miércoles, 20 de junio de 2012

Seminario cultural Artetipos #65

Caminante, no hay camino; 
se hace camino al andar...



#65


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Música brasileña en el Jardín Borda

La música popular brasileña llega a la Sala Manuel M. Ponce del Centro Cultural Jardín Borda donde se realizará un taller de percusión con la presencia de Carlinhos Veiga (voz) y Leó Barbosa (percusión). La cita es el próximo viernes 22 de junio a las 11:00 horas.
Carlinhos Veiga nació en Goiania, Brasil, y el gusto por la música lo trae en la sangre. En los años 80´s inició su carrera en la música, y se ha caracterizado por promover en sus ritmos las raíces culturales brasileñas.
La música de Carlinhos Veiga se basa en los instrumentos característicos de sonidos regionalistas, como la viola, el acordeón, los tambores, entre otros. Al mismo tiempo, su obra tiene la influencia de las raíces de la música y de los artistas famosos en el escenario actual de la música popular brasileña.
Veiga ha grabado seis trabajos como solista: "La Tierra" (1995), "Boy" (1999), "La tumba del bosque" (2002), "Culto de Santa" (2003), "Siripequi - entre los manglares y sabanas", escrito en colaboración con el músico Rogério Pinheiro Espirito Santo, y "Flor do Cerrado" (2007), el apoyo cultural del Fondo de Arte y Cultura del Distrito Federal.
En sus conciertos, Carlinhos Veiga (voz, guitarra y viola) se une a su banda, formada por los músicos Claudia Barbosa (flauta y voz), Marcia Eline (voz), Marco Moraes (guitarra), Marcelino Enos (acordeón), Pedro Veiga (bajo), Leo Barbosa y Rattis Ismael (percusión).
En los últimos años, Carlinhos se ha presentado en innumerables zonas de Brasilia, como la sala Martins Penna del Teatro Nacional, la estación 504 de la Miner SESC, Hex, Club de Choro, entre otros.
Difunde su obra en varias ciudades del Brasil y países como Angola, Estados Unidos, Portugal e Italia. En 2008 fue invitado a mostrar su arte en la vista previa del programa del Día de Brasil en Nueva York, y fue recibido calurosamente por el público en las calles de Manhattan. En 2009 fue uno de los sesenta seleccionados de entre más de dos mil artistas brasileños para exponer su arte en el calendario del proyecto, la Fundación Nacional de las Artes (FUNARTE).
Sin duda, asistir al taller-concierto que habrá en el Jardín Borda es una excelente oportunidad para disfrutar de la música de Veiga, y tener un acercamiento con la música brasileña.



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Edita y los editores independientes
Entrevista con Uberto Stabile
Ricardo Venegas

Uberto Stabile (Valencia, España, 1957) es poeta y promotor de la lectura, radica en Punta Umbría en donde coordina uno de los Encuentros anuales más importantes de la industria editorial independiente de Europa e Iberoamérica bajo el nombre de Edita (Encuentro Internacional de Editores Independientes y Ediciones Alternativas). Como autor ha publicado Las edades del alcohol (1995), Perverso (1997) y Los días contados (2000). Esta entrevista se realiza cuando están a punto de editar las memorias de Edita para celebrar los 20 años de este Encuentro.

Ha comenzado a presentarse Edita en Latinoamérica, primero en México, luego en Colombia…

Se podría decir que México y Latinoamérica han estado siempre presentes en Edita, es un encuentro que ya ha 20 años, no es la primera vez que México está en este encuentro, la afluencia de autores y editores mexicanos ha sido muy importante.

¿Cómo te sientes entre latinoamericanos?

Como organizador desde hace ya dos décadas, lo que más me ha llamado la atención es que me he sentido como en casa, salvando todas las distancias, los kilómetros, el mar, tratándose de un encuentro que se hace en una localidad (Huelva) en donde habitan 15 mil personas; en México se ha realizado en la ciudad más habitada del mundo. Hemos logrado reproducir los tiempos y los modelos de participación, eso quiere decir que tenemos un concepto común de lo que es la edición independiente en Iberoamérica, probablemente el que sucedan con tanta facilidad los eventos y se solucionen las dificultades quiere decir que estamos por buen camino, compartimos un mismo propósito y un mismo trabajo.

¿Cómo se entrelazan las redes de distribución en las editoriales independientes?

La distribución sigue siendo el caballo de Troya, no sólo de las pequeñas, medianas, sino de las grandes editoriales, no es nuestro fin, no es el objetivo. La edición independiente tiene la característica de saberse adaptar  a los problemas, tiene una flexibilidad que el editor convencional no tiene. Si no hay distribuidoras el editor independiente distribuye. Si las librerías se niegan a exhibir sus libros, el editor los coloca en bares, peluquerías, carnicerías, bares, los lleva a eventos, digamos, que es como el agua cuando corre hacia al mar, busca y encuentra su cauce, el editor independiente sabe moverse como pez en el agua para que los libros lleguen a donde tienen que llegar, quizá porque tiene muy claro a quiénes tienen que llegar, quiere lectores críticos, no adocenados.

¿A qué te enfrentaste para instalar Edita en México?

Me gustaría decir que tuve muchos problemas, per sólo hemos tenido respuestas positivas, incluso, sin ninguna ayuda pudimos organizar un evento que en España tiene ciertos apoyos. La capacidad de convocatoria ha sido muy buena. Para ser la primera vez nos hace ver muy positivamente lo que puede ser Edita en  México y en un continente como Iberoamérica.

¿Qué diferencias encuentras entre los editores independientes mexicanos y los españoles?

Muy pocas, quizá en algunos contenidos. Hay mucha similitud en el editor de carácter literario, de revistas literarias, de colecciones de poesía, los encuentros de Punta Umbría atraen un mayor número de editores de arte, de libros de arte, de literatura, de poesía visual, poesía objeto, arte objeto, estamos hablando de la primera edición en México, la cual me hace percibir que irán apareciendo conforme avance y se desarrolle.
¿Cómo te sientes en México?

Me siento completo, con México guardo una relación de amor, no sé de dónde me viene desde niño. Desde hace unos años la puedo llevar a cabo desde muchos frentes. Como editor dirijo una colección exclusivamente de autores exclusivamente mexicanos en España en el salón del libro Iberoamericano, donde México es el país invitado permanentemente, además de aquél al que se dedica cada año, me siento como en casa.
Háblanos de los autores mexicanos que estás editando…

Quise dar a conocer a los autores mexicanos actuales, jóvenes, que están vivos, que no fueran noveles, y que su obra estuviera respaldada por la calidad. La poesía mexicana reciente no es ninguna desconocida. Tuvimos la suerte de contactar a estos autores. Publicamos la antología Tan lejos de Dios en la UNAM, poesía mexicana en el norte de México, me ha permitido leer mucho y ver las tendencias actuales de la poesía mexicana. Esa es nuestra labor. Los editores españoles que estamos en contacto con México damos a conocer lo que está sucediendo ahora. Tenemos una magnífica herramienta que es internet, la cual trabaja en tiempo real. No podemos estar editando a poetas decimonónicos cuando estamos ante los nuevos poetas.

Se ha dicho que la poesía mexicana no ha tenido difusión en España…

Digamos que la narrativa empieza a tener mayor difusión. La poesía no es comercial y eso hace que los grandes editores no les presten atención, salvo poetas como José Emilio Pacheco, que son autores premiados, algunos tienen que estar muertos para que les hagan caso, ese es el nicho donde trabajamos, hay todo un mundo que no puedes esperar a que envejezca, las pequeñas editoriales están publicando en las revistas literarias a los autores actuales, por ello debemos tener en cuenta la labor de estas pequeñas editoriales, porque sin ellas no se conocerían a muchos autores en el exterior.



Gritos y susurros... 

Efrén Galván



Del rostro actual de Cuernavaca, un retrato de sus personajes

Dos intervenciones los días 30 de mayo y 6 de junio en el instituto Botticelli me permitieron por un lado, mostrar virtualmente una serie de fotografías (170) que intentan un retrato, del rostro actual de Cuernavaca, un retrato de sus personajes, con los que de alguna forma he convivido, con sus "gritos y susurros" (así  titulé esta serie) tomados tanto en ambientes abiertos y públicos como lo es la calle, así como en ambientes cerrados e íntimos como son los espacios de trabajo o habitacionales.

Por otro lado también compartí a manera de plática y debate, sobre lo que pienso y siento con respecto a la lectura análisis e interpretación de la imagen, a continuación un resumen.

Nunca como ahora, somos estimulados en todos nuestros sentidos, pero tal vez mucho más visualmente, estamos sobresaturados por imágenes de todo tipo, y con intereses  también de todo tipo, (científicas, periodísticas, publicitarias , artísticas etc. ) además de esta variedad, la velocidad en que estas imágenes se nos presentan. Un  problema adicional a esto, es que no estamos preparados  para su lectura  para su análisis e interpretación. Somos por decirlo de una forma "analfabetos visuales", inmersos en un mar de imágenes que llegan a nosotros, -como lo mencioné- con gran velocidad y sin recursos ni conocimientos para leerlas, analizarlas, y mucho menos interpretarlas. Tampoco estamos preparados, para disfrutarlas más ampliamente, como es el caso de las Artes Visuales como lo es la pintura, o la fotografía. Por ultimo, y tal vez lo más importante, cómo producir a partir de esta educación visual, mejores y más creativas imágenes. Por lo cual propuse. Primero, aceptar estas nuestras deficiencias.

Segundo, y el más importante, promover el estudio y comprensión de los factores estructurales, históricos, psicológicos y emocionales, que intervienen en nuestra percepción. 

Ofrece el Instituto Botticelli conferencias
sobre Lectura y Análisis de la Imagen


Gina Ancona

El pasado miércoles 30 de mayo y miércoles 6 de junio, el fotógrafo y psicólogo Efrén Galván ofreció una conferencia en el Instituto para el Arte y la Restauración Botticelli, ubicado en el #132 de la calle Tabachín en Tlaltenango, cuya temática fue la Lectura y Análisis de la Imagen. Durante la ponencia se tocaron y puntualizaron varias aristas bastante interesantes, respecto a la relación que existe entre lo que Galván llamó la “realidad objetiva”, y los “filtros perceptuales” –entendiendo éstos como las construcciones socioculturales, psicológicas y emocionales que nos determinan- dando pie a la primicia de que no existe tal cosa como una “realidad absoluta, objetiva y terminante”, toda “realidad” es por naturaleza una percepción segmentaria. Dicho de otra manera, nuestra forma de leer el mundo está mañosamente predeterminada por muestras filias y fobias, por los cánones y estereotipos aprendidos, por nuestro variable estado anímico, por nuestra memoria y por muchos otros factores de diversa índole, que jamás imaginaríamos que interfieren en nuestra lectura cotidiana de lo “objetivo”.
Aunado a lo dicho, tenemos otro punto fundamental que condiciona nuestra percepción, y éste tiene que ver con los procesos de aprendizaje y de interpretación. Cuando construimos un concepto –al igual que cuando lo aprendemos- creamos un “archivo” al que nuestro cerebro recurre cada vez que nuestro ojo lo vuelve a ver; de manera que en una cultura global en donde cada vez con mayor ahínco somos incapaces de trascender el nivel de la vista, y acceder a la observación, ya no se diga al análisis, “Hemos cambiado al mundo por la foto del mundo”, como diría el también fotógrafo Ricardo Vinós. Así es, la mayor parte del tiempo no estamos viendo lo que “realmente está”, sino la conceptualización de eso material. Es como si creáramos un acceso directo sin contenido, vacío.
Por otro lado, ya adentrados en el tema de la fotografía, el ponente habló sobre las diferentes finalidades que ésta persigue dependiendo del campo que se sirva de la misma. En este sentido, la fotografía científica, así como el fotoperiodismo, abordan la imagen desde la búsqueda de lo objetivo, se sirven de la foto como un registro de algo fidedigno y comprobable (evidentemente con las tecnologías actuales, ya ninguna foto es fidedigna ni confiable), mientras que la fotografía artística o de autor lo que persigue son otros fines. Busca lo inasible, lo indecible. Rasca en los rincones de la memoria de cada individuo para que construyan su propia historia, para que hagan su propia lectura.
Para corrobora lo expuesto, el fotógrafo Efrén Galván cerró su ponencia con un ejercicio de observación, en el que a través de una basta exposición de su obra, pudimos confirmar cómo cada espectador realiza una lectura totalmente particular y subjetiva de una misma imagen.   





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Meditación del polvo
de Ricardo Venegas

Evodio Escalante

Una saga que arde en busca de sublimación, un verso que se adelgaza porque quiere la inmaterialidad. Una risa que podría estallar pero prefiere hacer mutis y pasar silenciosa, porque le interesa documentar de modo minucioso lo que sucede en la realidad. En el itinerario poético de Ricardo Venegas es posible captar un cierto tono terrestre y a la vez desencantado: todo sucede por primera vez para no suceder jamás. Lo que acontece se disuelve en el tiempo y al fin la imagen que queda tiene qué ver con la fragilidad de la existencia humana. El poema “Visitas” ilustra muy bien lo que intento decir. La escena podría muy bien ser una escena cotidiana. Llegan visitas a la casa, se conversa, se habla del clima o del pasado compartido. Se recuerdan anécdotas. Luego hay que decirse adiós. Parten las visitas y la habitación queda otra vez a solas. El escritor da por supuesto todo esto que ya sabemos porque quiere hablar de otra cosa. El verdadero personaje es la habitación vacía. Los testigos pasamos, pero el cuarto queda, con sus ventanas, con sus persianas, con el mismo viento que entra y sale para decir que ya no estamos. Los muertos creen que hablamos de ellos, pero se equivocan; ya ni siquiera se les menciona aquí. “Las cortinas danzan en diáspora lunar / desbandadas las nubes se sostienen.” Esta es la objetividad que prevalece sobre cualquier existencia, obligada a ser efímera. El final, que sugiere un círculo, adquiere la fuerza de un aforismo, quiero decir, de un saber que necesariamente golpea: “No somos más que viento / vibrando en las persianas.”
          También el escritor pasa, por supuesto. ¿Para qué dárnosla de originales e intentar patentar cada verso que hacemos? Corremos el peligro de colocar, al lado de nuestro epitafio, como advierte Ricardo Venegas, la absurda palabra copyright.
          ¿Cómo escribir sin dejar escombros? ¿Cómo ejercer este oficio de manera limpia, sin contaminar el planeta y sin robar a nadie?
          Acaso el momento de mayor patetismo de esta selección quede cifrada en esta pregunta que podría parecer súbita e inmotivada, pero que encierra mucha miga: “¿Por qué no baja Dios / y nos abraza?” Toda la soledad del hombre, sin duda una soledad metafísica, y por lo mismo irrenunciable, queda plasmada en esta pregunta sin respuesta. La tarea de la poesía, y esto lo sabe bien Ricardo Venegas, no es aportar respuestas, sino dejar que afloren aquellas preguntas que determinan el sentido de nuestra vida. Esta recopilación de poemas es un ejemplo de ello.



Meditación del polvo, antología personal 1995-2010,
Ricardo Venegas, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2012.



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La obra pictórica de  Paloma Palacios es una serie de analogías visuales que dan lugar a una visión personal sobre la transformación de la materia; sus procesos de descomposición o alteración y la forma en que un cuerpo vivo o inerte se ulcera y desintegra.
La muestra Combustible es un conjunto de exploraciones plásticas que se materializan a través de una metodología de trabajo concienzudo planteado siempre en provecho de las calidades técnicas.
Paloma aborda la pintura usando distintos elementos inflamables en un elaborado juego pirotécnico del que surgen cuadros vívidos y orgánicos que en cierta forma han tenido ya una existencia metabólica provista de un nacimiento, un desarrollo y una muerte.
El título de esta exhibición no sólo alude a las características materiales de la obra y los procedimientos por los que se llegó a ella, sino a una concepción de la pintura como una fuente de energía expresiva, una reserva de ímpetu a partir de la cual pueden emprenderse múltiples búsquedas creativas.


Ricardo Alonso







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