lunes, 27 de septiembre de 2010

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ARTETIPOS

SEMINARIO CULTURAL HOY LUNES 27 DE SEPTIEMBRE


CONTENIDOS



EDITORIAL

      En el número anterior comenzamos la inserción de nuestro mapa del primer cuadro de la ciudad de Cuernavaca, en donde los lugares más importantes del centro histórico comenzaron a ser detallados. Durante la semana pasada este fue uno de los proyectos al que le dedicamos más energía y tiempo, y debo decir que ha sido una colaboración divertidísima y nos es muy gratificante poder presentarles en esta edición nuevos avances y más detalles. La idea es que semana con semana esta ciudad de papel se siga desarrollando y poblando, y así brindar a nuestros lectores y turistas la ubicación de restaurantes, cafés, hoteles, centros culturales, reservas ecológicas, bibliotecas, monumentos, museos, parques etc., a través de la realización artística y minuciosa de cada elemento y detalle del mapa. En Artetipos somos morelenses, somos artistas, somos pueblo, somos historia, e inevitablemente el centro de nuestra ciudad ha sido bastante importante y representativo a lo largo de nuestras vidas. Es por eso que muy gustosos, nos hemos dedicado a recrear espacios y dejar registro de lo que a nosotros nos está tocando conocer como Cuernavaca, ya que con los avances tecnológicos, crecimiento de ciudades y cambios de vida tan drásticos que se dan cada vez con mayor aceleración, quién sabe como se verá esta ciudad en 50 u 80 años. Finalmente, qué mejor oportunidad podríamos tener para recrear la hermosísima ciudad de Cuernavaca a nuestro antojo, aunque sea por lo mientras con papel y tinta.



Obturador del Tiempo
Héctor Parra González

Morir despierto


Sólo, siempre sólo…cantándole a las sirenas de los mares que traigo dentro. Siempre soñando con el despertar de un mejor día…¡pero no puedo…! No puedo, porque la droga me duerme y me hace soñar; soñar como gaviota en sus vuelos eternos bajo ese crepúsculo que se esconde en el viejo Acapulco que nadie, o casi nadie quiere entender la razón de su existir y vivir…
Así soy yo. Yo soy así. Solo un joven que a su corta edad ya probó de todo. Que robó por hambre, que tragó hasta lo no deseado por nadie, pero que sin embargo, si lo hice, fue porque no tenía ni un centavo para darle a mi "solitaria" un pedazo de pan.
Cuento mi historia, porque no sé si pueda seguir viviendo bajo esta penumbra que me encierra para contarla otro día. Se las cuento a ustedes, sólo con la intención de que sepan que no es fácil vivir en la soledad, en el infierno y en las noches oscuras que encierran pesadillas de desconfianza, de soledad, de rechazo y de muerte.

Créanme que no es un sueño. Que no es una fantasía o cuento de hadas. Es mi triste historia. Una historia que no se puede contar fácilmente, como cuando se oyen los primeros cuentos cuando es uno niño…

Créanme que no es fácil descifrar mi historia, cuando se está muerto en vida…cuando se acaban las ilusiones y se esconden los viejos recuerdos y se muere el alma…

Créanme que no es fácil caminar por las playas de noche, cuando no hay niños que alegran con su sonrisa el paso que doy…

Créanme que no es fácil vivir en la tormenta de los viejos recuerdos de mi infancia, cuando jamás la tuve…

¡Créanme que no…!


…que no es fácil meterse un chemo, ni inhalar otra sustancia cuando sabes que la muerte te sigue a cada paso y que está en tu sombra, en tu corazón y en tu propio destino…

Yo vivo aquí…en el río que llaman "el camarón". El que conoce mi historia, el que me da cobijo y el que me platica cada noche, cada día y cada atardecer…

Yo vivo aquí…en el río de los recuerdos, en donde las piedras me hablan y me platican su historia…en donde el agua dulce y agua salada se conjugan para retener la poca vida de mi existencia.

Yo duermo…sólo duermo para encontrar mis pasajes escondidos, mis días de niño, mis días en que mis padres me acariciaban y me decían ¡hijo mío…!

Aquí vivo…bajo el puente que se esconde entre los laberintos de la soledad…

Aquí vivo, como y duermo… bajo las estrellas y cobijo de los cartones rotos…mugrosos, malolientos, pero al fin sólo…

Vivo aquí. En este río que esconde historias muertas y vivas, porque aquí pasaron los muertos que algún día tuvieran vida antes del huracán "Paulina".

Y si vivo aquí, no es porque yo quiera, sino porque así me lo marcó el destino.

Aquí vivo…durmiendo…soñando y muriendo…

Aquí vivo…sólo soñando en que algún día pueda volver a cantarle a la vida, sin perder mis ilusiones y esperanzas…

Pero así es el Acapulco que conozco y que me conoce como soy…el Acapulco de los sueños…el Acapulco de la marginación…el Acapulco escondido…el Acapulco que todos ven…pero que nadie quiere ver…

Y hoy, aquí estoy, durmiendo para no despertar, para no volverme a encontrar con el tipo que soy…el vulgar, el rata, el drogo…el feo…al que humillan y al que nadie quiere ver…

Y aquí estoy, durmiendo en mi pequeño espacio donde encuentro mi libertad y mi paz…donde encuentro todo y a la vez nada…

Quiero despertar, pero no quiero.

Quiero despertar y contarles otra historia más digna de mí, pero no me dejan. No me deja la droga que está en mí a cada instante, en cada suspiro y aliento mío.

Quiero despertar, pero no quiero.

Quiero despertar, pero no me deja la muerte que me tiene atada a sus píes…porque soy su esclavo, soy su fiel pareja que aún le da vida…

Quiero despertar, pero no quiero.

Y no quiero, porque tengo miedo a encontrarme con la realidad; con mi triste realidad que me encierra y que me persigue a cada paso que doy…

No quiero despertar…porque quiero seguir soñando. No quiero despertar porque quiero contar mi historia, aunque sea sólo en sueños…

No quiero morir despierto, porque no me gustaría que me entierren en la fosa de los olvidados…de aquellos que no tienen historia, que no tuvieron sueños y que no tuvieron cuentos que contar…

No quiero morir despierto, porque mi historia no la quiero escribir así. La quiero contar y seguir contando para que ustedes la cuenten…

No quiero morir aún…en mi poco destello de compasión…de sueños…sólo de sueños…

No quiero morir sin poder despertar de este sueño que también me mata por el viaje en el que estoy…

No quiero morir…porque quiero cambiar…¡Sí…! ¡Quiero cambiar…! para poder algún día llegar a ser alguien en la vida…quizá un líder de mi propio destino…quizá un líder de los destinos de quienes siguen mis pasos…quizá un líder de mi propio grupo de los olvidados…quizá un sacerdote para perdonar el pecado de los demás…quizá un líder que dé su vida por los más desprotegidos y desamparados…quizá un presidente municipal, un regidor o quizá diputado local o federal; senador o gobernador…quizá un presidente de la República que cambie la miseria por la riqueza, el subdesarrollo por el desarrollo, la tristeza por la sonrisa… el desamor por el amor…la nada por el todo…en fin. Quizá cambie mi vida por todos ustedes, porque soñar… sólo soñar es lo único que me queda en mi corta vida…cuando sé que moriré al pretender despertar de mi triste realidad…




YONKE CIRCUS

Con esta serie, Yonke Circus (2009), realizo un sueño que nació a finales de 2007 y que me estuvo picando el ojo desde que llegué a la Baja. Mi hermano me dio un tur-non-tourist de bienvenida cuyo itinerario no comprendía ninguna playa sino un fabuloso recorrido en su 4x4 disfrazado de bochito, por las varias “invasiones” por donde en tiempo de huracanes la  tierra es del río, pues el solito la trabaja. Por ahí descubrí las ciudades Yonke. Monumentales apilamientos de estos tantos autos que tan fácil llegan como se van de las manos de sus dueños, son parte de habitaciones o hacen de bardas de algún patio de juegos...en un principio quise fotografiar esta relación de la vida cotidiana de la comunidad  y la chatarra automotriz, pero no osé transgredir la intimidad de esos hogares con mi cámara; en su condición de “paracaidistas”, estas personas no suelen sonreír para la foto sino, más de las veces, todo lo contrario. Entonces desistí de tal acercamiento, pero el óxido me siguió rondando, hasta que a finales de 2008, en una nada novedosa pero sí muy necia charla con algunos amigos muy apasionados del “retorno a la natura” (la ciudad como encarnación de lo errático en el ser humano, industria, capitalismo y sus derivados que casi siempre se convierten en basura y etcéteras, todo contra el campo, la vida al aire libre, los cultivos “orgánicos”, el desarrollo sustentable, etc.).  A partir de ahí, me reconcilié con mis razones para disparar: El Yonke me serviría de altar para una celebración a la Madre Naturaleza. Porque para mí la diferencia estriba en la forma en que cada uno prefiere vivir. La Naturaleza es la misma.

Mi intuición me dice que Ella, grande sabia, sabe perfectamente de qué están hechos los bichos que crea y seguro ha previsto nuestra arrogante manera de rendirnos víctimas y verdugos de nuestro paso por la Tierra...vaya bichos que somos!

En este ánimo de espíritu, hablaba con Daniela del Villar, productora de espectáculos en los Cabos, quien se identifico rápidamente con el proyecto  y nos pusimos a explorar las posibilidades de la puesta en escena,  hasta que en febrero del año pasado convocamos a esta  fiesta de personajes alegres y sin ningún afán, que celebran conmigo el óxido que volverá a la Tierra de donde salió.

Adriana Martínez. (DF, 1977). Fotógrafa autodidacta, artesana y errante en busca del lugar ideal vuelve a instalarse en Cuernavaca después de 7 años de haber explorado las posibilidades de su yo en diferentes ciudades y modos de vida. Se la puede encontrar en algún café del centro de la ciudad mercando con un carnet de viaje en forma de tarjetas postales.










2 POEMAS 2 VOCES

Desde el último de los infiernos/
Con música de Jorge Negrete


Desde la primera fila de un burdel de poesías-infras
le canto a tu asiento vacío, le zapateo al olvido de tu suelo preñado
de pulque y sándalo, le grito y le hago muecas al cielorajatabla
de tu ausencia – oh Bacon rasguñándose la cara- .

Voy a quedarme hasta que la mañana se doble
y a punto de turrón mis ojos se abran, y con el estómago vacío
acariciar  las vías de tus rutas infames 
con sonrisas marinadas de cumbias en días soleados y
maromas de amor infinito.

Atole de besos salados/ jarabes tapatíos entre tus piernas
zodiacos de hash y ron hasta tirarse a fondo
y sorberle la última gota al frasco,
soplarnos las molleras hasta encontrarle remedio al orden
como gajos de luz entre picnics de lagartijas y enredaderas/
es el momento en que los labios nos vuelvan a decir
por dónde se fue la vida con su maleta de buena suerte.
 
ángel armenta lópez-









Luz del silencio
Los ecos de la noche
se ahogan
mientras los matinales
emergen
conciliando querellas;
idilios
que se desnudan
al contacto de la luz
desbaratando palabras.


Julio César Güemes Calderón





Los informes secretos
Novela fundamental de Carlos Montemayor

Armando Alonso

La muerte de un autor marca un hito en el transcurso; no habrá mas obra con ciertas características muy peculiares, únicas. Es interesante la reflexión sobre lo que una obra es y el concepto de autor y autoría, sobre la pertenencia de la obra. Esta reflexión sobrepasa este medio y los fines de éste. Sólo mencionaré que perdimos a uno de los más grandes seres humanos creadores de este país; sumergido en la música, en particular por el camino del canto, narrador, poeta, traductor (del griego y latín, entre otros, actividad que le servía de fuente para la creación poética), ensayista, investigador, historiador, difusor-promotor de las lenguas nativas, enfocó su reflexión en los movimientos sociales y en la respuesta represiva del Estado. Nada más. Así… hemos perdido a un grande.

Motivación suficiente para revisar una de sus novelas. Los informes secretos.

Novela situada en su tiempo, tanto en tema como en forma. Una forma difícil por el riesgo que asume el autor; experimento de amplio espectro, una novela que es una serie de reportes de un agente del servicio de seguridad interna. El agente tiene una misión que se va deshebrando con el transcurso narrativo, tensiones difíciles de sostener, tensiones que se suceden una tras otra o/y transponiéndose una sobre otra, resistencia y maestría del manejo de información, los tensores están ahí, en el manejo de la información clandestina, robada, ajena y cercana al mismo tiempo, el objetivo es uno y somos todos, multiplicidad en las lecturas, en las posturas y en las perspectivas. Una historia de los movimientos clandestinos en México. Trotsky, Siqueiros, Revueltas, la KGB. Juego de mostrar y ocultar, un juego de reflejos y reflexiones.

La fuerza de este trabajo reside en la totalidad del complejo entramado del contenido, si intentamos asirlo por alguna de las puntas del hilo oscuro con que está tejida podemos perder mucho más que si la observamos en su totalidad. Un trabajo maduro donde el autor se permite explorar los extremos de la novela, los extremos de la historia nacional, las lindes de la individualidad, de la intimidad, de la libertad, de la legalidad. Trama que multiplica los distintos intereses y motivaciones por distintas rutas. Hasta el agente en cuestión se permite hacer propuestas dar opiniones personales, suponer sobre cómo logar un mejor trabajo dentro de una estructura rígida y represiva por definición. La policía secreta, instrumento represivo del Estado desde el nacimiento del mismo, expone sus limitaciones y alcances, sus errores y aciertos como si se tratara de un gerente bancario. Una radiografía de las tensiones sociales en un período que cubre decenas de años.

En gran parte, el país es el país que es, fundamentalmente, por las tensiones dibujadas, seccionadas y diseccionadas en esta obra, multiplicadas en la realidad, cierto. Grande, en su minuciosidad, en su universalidad y actualidad. Es de notar que la crítica en el país pierda de vista los fundamentos. Esta obra permanecerá en la obligatoriedad de los anales futuros, ajenos a las limitaciones de visión por parte de la crítica y la fugacidad intrínseca del periodismo.


                                                                                 








Practica Educativa: Ética y Estética


Nuestra ética es la revolución,
nuestra estética la vida.

Roberto Bolaño




Si es verdad que la formación educadora jamás termina en nuestras vidas, si es necesario hacer una pausa reflexiva y cuestionar los modelos de la principal fuente de formación tanto cultural como educativa, es decir, la academia.
 Es preciso aclarar que no todas las aulas están formadas por cuatro paredes y un sujeto llamado profesor ni  el clásico alumnado que se sienta  a escuchar de forma pasiva.


El tema de la ética y estética en la práctica educativa es sumamente extenso, sin embargo, trataré de centrar el tema en las aulas y la relación ejercida día con día entre alumno y profesor; estas son las bases de las relaciones más influyentes en los niños en su formación primaria y consecuente con la visión que irán formando de la realidad y el mundo que los rodea, claro que esta formación, no depende totalmente de las horas en la academia, responde también a la atención en casa, con su familia y amigos, a la hora del juego y de otro tipo de prácticas (deportivas, artísticas o simplemente recreativas) 
y sobretodo, mantener la atención de las inquietudes del niño en su desarrollo cognoscitivo con la acertividad de los límites y la no represión.









El profesor como sujeto y guía, es la parte fundamental de la formación del alumno, puesto que es quien construye los puentes con las herramientas necesarias para cada uno de sus neófitos, puentes y herramientas que son la práctica educativa que forman individuos próximos a la reflexión, critica y autonomía, elementos que para mí, son esenciales en el rumbo de cada ser humano.



¿Pero qué beneficio tendrá un guía con estas expectativas e impulsos?

La respuesta está en las generaciones que simplemente no cuestionan su entorno,
ni tienden a reflexionar el por qué  ni el para qué  de las cosas; seres que carecen de toda actividad política, cultural o creativa, seres adormecidos en la pasividad y dependencia de las imposiciones culturales y opresoras de su sistema. El guía debe despertar esta fuerza creadora y de constante reflexión ante las distintas problemáticas sin imponer su óptica sobre el entorno, lo adecuado es proveer las herramientas que faciliten la edificación del conocimiento con dichos elementos mencionados anteriormente.

He aquí donde la ética y la estética encaminan al individuo, pues más allá del bien y el mal, es la creación de una conciencia donde podamos aproximarnos al otro, es decir, “comprender antes que juzgar”, esta práctica sugiere un constante camino de reflexión y actividad espiritual, lo cual es un camino directo a la ética y crecimiento de la conciencia colectiva desde un ente individual como nos reconocemos una vez adquiriendo  herramientas de experiencia propia y experiencias estéticas.

La estética es la visión de cada uno de los sujetos implícitos en la creación de una realidad, la formación y manifestación de las ideas y las acciones que delinean a cada individuo en su andar, es por eso, que la guía de un profesor, hará que estos elementos crezcan y se acentúen a lo largo de la vida de cada individuo; así la formación de las generaciones será cada vez más desarrollada e independiente para todos los posibles cambios y utopías que serán derrumbadas con la fuerza de la refle-acción diría Marx.  

Para concluir, creo que la formación de cada individuo, es responsabilidad de él mismo.
Los cambios tendrán que surgir de abajo, de arriba, sólo  podemos esperar mentiras y chantajes. La ética tendrá que ir más allá  de las aulas y las buenas conciencias que solamente muestran la hipocresía de una sociedad devastada por los temores y la opresión, sociedades hambrientas de prestigio material y “moral”.

-          Nuestra guerra es espiritual-
      Diría: Chuck Palahniuk.



-ángel armenta lópez 







Gethsemani, Ky.
Ernesto Cardenal

Estos poemas fueron redactados, en parte, en el monasterio benedictino de Santa María de la Resurrección, en Cuernavaca, al inicio de los años sesenta, con base en apuntes hechos un poco antes por Ernesto Cardenal durante su estancia como monje novicio en el monasterio trapense de Gethsemani, Kentucky, lugar que da nombre al libro y mismo que es, sin duda alguna, uno de los más hermosos y diáfanos que han sido escritos en las letras hispanoamericanas.

Aquí la poesía es naturaleza –la de adentro y la del prado, como Gonzalo de Berceo y San Juan de la Cruz- y la naturaleza es el lenguaje en su más depurada transparencia: veo, oigo, recuerdo, contemplo; y celebro la creación, y el amor como elemento inseparable de todo lo creado, y mis seis facultades sensoriales como la experiencia más pura y directa de ese amor.

Gethsemani, Kentucky. Es la expresión en verso libre de eso, y más: de manera accesoria es también testimonio de la ferocidad y avides del tiempo que hemos creado –representado por los anuncios luminosos del mercado del mundo y la figura del dictador-, una contemporaneidad que nos alcanza a todos y todo lo devora ya que, como dice el salmo al hablar del Reino delos Cielos, también el caos “está dentro de nosotros”. Más habremos de resurgir. Junto a la materialidad del mundo y de sus cosas, un segundo nacimiento nos aguarda. Estos hermosos poemas de contemplación le señalan al lector una salida. El poeta la llama “Resurrección”.

Sergio Mondragón







Ha llegado al cementerio trapense la primavera,
al cementerio verde de hierba recién rozada
con sus cruces de hierro en hileras como una siembra,
donde el cardenal llama a su amada y la amada
responde a la llamada de su rojo enamorado.
Donde el reyezuelo recoge ramitas para su nido
y se oye el rumor del tractor amarillo
al otro lado de la carretera, rozando el potrero.
Ahora vosotros sois fósforo, nitrógeno y potasa.
Pero cuando el cosmos vuelva al hidrógeno original
-porque hidrógeno somos y en hidrógeno nos hemos de convertir-
no resucitaréis solos, como fuisteis enterrados,
sino que en vuestra carne resucitará toda la tierra:
la lluvia de anoche, y el nido del reyezuelo,
la vaca Holstein, blanca y negra, en la colina,
el amor de cardenal, y el tractor de mayo.



En Pascua resucitan las cigarras:
millones y millones de cigarras
que cantan y cantan todo el día
y en la noche todavía están cantando.
Sólo los machos cantan:
las hembras son mudas.
Pero no cantan para las hembras:
porque también son sordas.
Todo el bosque resuena con el canto
y sólo ellas en todo el bosque no los oyen.
¿Para quién cantan los machos?
¿Y por qué cantan tanto? ¿Y qué cantan?
Cantan como trapenses en el coro
delante de los Salterios y sus Antifonarios
cantando el Invitatorio de la Resurrección.
Al fin del mes el canto se hace triste,
y uno a uno van callando los cantores,
y después sólo se oyen unos cuantos,
y después ni uno. Cantaron la resurrección.



Danza Contexto
Sincretismo de tres mundos



Algunos piensan que la danza es una actividad únicamente física, corporal, cinética, que los bailarines no saben contar más que del uno al ocho, que son incapaces de elaborar un discurso. Incluso hay quien dice que por tantos saltos y giros tienen el cerebro en los pies. Es por eso que a través de éste espacio me gustaría ir haciendo pequeños recuentos de los momentos y personajes más importantes de la danza en México y en el mundo, y contextualizarlos con los acontecimientos históricos que les dieron origen, ya que para un mejor entendimiento de nuestra realidad actual, es necesario indagar toda una serie de eslabones causales. En este número comenzaré a pintar un poco el panorama del país (como punto geográfico de encuentro entre tres culturas)  durante los procesos de conquista y colonización y cómo influyeron en el arte en general. Y en el siguiente número  ahondare en las repercusiones directas de dichos factores en la danza.

Tanto para los pueblos indígenas como para los europeos, fue muy difícil el periodo de transición entre la conquista y la colonia. Europa se encontraba inmersa en grandes cambios políticos, económicos, sociales y culturales, y dentro de los últimos, los religiosos constituyeron un factor detonante para la gestación de un nuevo periodo en la historia: el barroco. Por otro lado en América, se pretendía llevar a cabo una organización de sociedades utópicas, que tras su fracaso en Europa, el  paraíso terrenal que representaba el nuevo mundo, resultaba una oportunidad inigualable: tierra fértil, paisajes verdes con todo tipo de vegetación y fauna, abundancia en oro y plata, y lo indispensable, trabajo esclavo para establecer colonias en beneficio de la metrópoli.

Después de un largo periodo en el que se busco darle cada vez mayor forma y organización a la nueva sociedad compuesta por españoles e indígenas, se estableció formalmente la Nueva España como colonia dependiente de la corona española. . Las colonias europeas en América funcionaban a partir de un régimen esclavista, y tras haber exterminado en muchos casos a las poblaciones nativas, los colonizadores trajeron varios miles de negros para realizar el trabajo duro.

Inevitablemente, la Reforma por parte de la iglesia católica, la Contrarreforma por parte de la ortodoxa, y el barroco como su producto en el arte, fueron trasladados  de Europa a América, adquiriendo aquí características muy peculiares debido a la confrontación entre realidades. Tenemos la fusión de tres culturas (que a su vez presentan rasgos de otras culturas a las que dominaron o por las que fueron dominados). Tres cosmovisiones, idiosincracias, lenguajes, historias, tres lecturas, valores, gastronomía, costumbres, tres colores, corporeidades y ritmos que se fueron entretejiendo para darle origen a una nueva identidad y expresión novohispana oscilante entre lo sagrado y lo pagano.

El arte barroco representó en lo abstracto y en lo concreto la realidad emocional y psicológica que se vivía. Contenía la fusión de elementos sacros de lo católico, con la cosmovisión del mundo indígena, en donde el dolor del proceso de conquista quedo registrado como por un manuscrito histórico. Se recurría a representaciones muy ostentosas, de ornamento complicado y desmesurado, arte de la abundancia basado en la necesidad y el deseo. Una expresión que mostraba notoriamente el miedo al vacío en el exceso de elementos plásticos y arquitectónicos, este vacío que provenía en primer lugar, de una España debilitada por su incongruencia con el resto de Europa al aferrarse a modelos  socioeconómicos medievales, en segundo, el vacío en los indígenas ocasionado principalmente por la conquista espiritual e ideológica, y por último, en el caso de los afros, por las vejaciones, el maltrato y la manera en la que habían sido arrancados de sus tierras y trasladados a un continente desconocido, de lengua usos y tradiciones ajenas. La suma de estos y otros factores  fue lo que en el campo de la danza dio origen a nuevos  ritmos y bailes, a las danzas mestizas también conocidas en esa época como “sonecitos del país”.



Las Quince Letras - Benjamín Nava Boyás

Las dos muertes del General de la O*

La vida como guerrillero de Genovevo no comenzó cuando enfrentó a los capataces de la hacienda de Temixco, que llegaban hasta los bosques de Santa María para hacer tumbadera de árboles para la leña del trapiche y luego pretendieron hacer un aserradero particular y vender la madera por su cuenta;  tampoco empezó cuando se escapó de la leva a que lo habían sentenciado por pelear contra el despojo y la deforestación –además de haber sido castigado por rebelde– hasta que llegó la revuelta de 1910. Y ni así empezó a vivir, sino hasta la noche del 9 de febrero de 1913, en la que los guachos marihuanos de Juvencio Robles rociaron gasolina al pueblo y le prendieron fuego. De ahí Genovevo no paró en su rabia hasta que la noche en San Bartolo se le apareció en sueños el ánima de su hija y le pidió que se calmara, que ella estaba bien. Gracias a esa visión Genovevo ya no peleó con odio sino con una alegría que disimulaba bien para que sus hombres no lo creyeran loco, y el enemigo siguiera pensando que tenía pacto con el Diablo y que los suyos siguieran imaginándolo como un consumado nagual que aprendió a hacerse invisible, a no dormir y no comer y aparecerse en dos lugares al mismo tiempo y hablar con los guajolotes que invocan al nahual Tezcatlipoca, brujo mayor del humo y el viento nocturno, reverenciado en la gruta de Chalma antes de que los frailes gachupines lo sustituyeran por un Cruficado. (…) Porque entre el nacimiento a la vida física y el despertar a la vida del espíritu o del nagual –como le llamaban los antiguos habitantes de Tamoanchan a  los curanderos, granizeros y brujos que habitan desde Malinalco y Chalma hasta Tepoztlán y Amatlán– hay de por medio el sufrimiento de la carne y el apagón del alma. Un sufrimiento de odio que Genovevo de la O no descargó en cada muerto que su Winchester y su puntería hacían caer, o por  el filo de su machete de monte, sino contra dos o tres personas en vida, como contra Francisco Pacheco, su enemigo de los bosques de Huitzilac y Antonio Barona, el general de Ahuatepec que marihuano y borracho atacó a mujeres de Cuernavaca hasta que lo mandó matar en la calle de Degollado y arrastraron su cuerpo hasta el panteón de La Leona. No, no era odio lo que empujaba a la guerrilla a Genovevo, era el poder del nagual mexica que proporciona al mirarse al espejo ya sin humo y saber a toda conciencia que se está muerto a las engañosas  tentaciones del odio y del espanto. Ese mismo poder que adquirían los guerreros águila y ocelote mexicas en Malinalco, después del ritual del ayuno, la confesión de sus errores, el baño de temazcal y la ingesta de la carne de los dioses, el peyote, para poder escucharlos y entender su mensaje y la misión que se le asignaba a cada guerrero que sobrevivía a las atrocidades de lo oscuro y desconocido de sí mismos. Esos terrores que los naguales-sacerdotes-militares les metían a los aprendices de guerreros en el templo-cueva tallada en la roca de la montaña sagrada de las cumbres de Malinalco. Ahí también en la casa de las águilas y ocelotes donde los guerreros ganaban y perdían el pánico para poder dominarlo y hacerlo su aliado. Los conjuros del nagual del viento nocturno y del humo en el espejo, Tezcatlipoca dictan la vida y sus hechos que son sólo lecciones por aprender. Genovevo, aparte de magnífico guerrillero fue un consumado aprendiz del nahual o lo desconocido que abunda en la sierra del Chichináutzin, desde los cerros de Malinalco y Chalma –lugar de Tezcatlipoca y señor de los naguales negros–  hasta las barrancas y alturas de Tepoztlán y Amatlán, cuna de su hermano gemelo, el Señor del Tiempo-Serpiente de Plumas Preciosas, chaman de los graniceros y rezanderos blancos. (…) Por eso la vida y la muerte de Genovevo no eran cosas o entes distintos. Convivían amigablemente entre batalla y batalla y en las noches de calma en los campamentos de El Tepeite o entre los cerros de Santa María o Buena Vista  del Monte y Ocuilan. Pero cuando el recuerdo aprieta la garganta y una lágrima se escapa como vaporización de aquel incendio deliberado y criminal; entonces el General Genovevo pedía que viniera el cantor de la tropa y con su bajo quinto o la vihuela le cantara “La hija del enterrador”, y entre los versos volvía escuchar la voz de su hija que lo colmaba de consuelo y ante aquella sonrisa de su ángel de la guarda se quedaba dormido para despertar antes del amanecer cabalgando de nuevo entre los cerros del Chichinautzin o en las lomas de Mexicapa, Cuentepec o Tetlama o en las riberas de la laguna Coatetelco y las hondonadas de Miacatlán hasta subir de nueva cuenta por los lomeríos de Tetlama, las barrancas del Tembembe y asomarse desde Cuentepec a Temixco y no parar de cabalgar y echar bala  hasta desalojar de nuevo a los guachos de El Tepeite y descansar entre los árboles de ciruelos y aguacates de Ahuacatitlán.             

*(Extracto de la novela Desterrados Errantes de próxima aparición)