martes, 26 de julio de 2011

Suplemento Cultural No. 39



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A continuación agregamos los contenidos en formato original para facilitar la lectura y apreciación de los mismos.


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Editorial
Constantino Kavafis

Ítaca

Si vas a emprender el viaje
/a Ítaca (…)

Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las
/mañanas del verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas (…)

Ten siempre a Ítaca en
    /la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje (…)

Ítaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras
  /emprendido.
Más ninguna otra cosa
/puede darte.

Aunque pobre la encuentres,
/no te engañará Ítaca.
Rico en saber y en vida,
       / como has vuelto,
comprendes ya qué
     /significan las Ítacas.



La Marcha del Consuelo
Félix García

“Hay un Encuentro Internacional de Cine en Argentina —me dijo Óscar Menéndez— al que no voy a ir porque allá están interesados por las asimetrías; tal vez algo tenga que ver con lo que pasa en México, pero lo que pasa en México es mucho peor de lo que pasó en la dictadura argentina, allí hubo quince mil muertos, aquí vamos en cuarenta mil, que significan, haciendo un cálculo conservador, ciento veinte mil personas que son viudas o viudos o huérfanos o padres desolados”.

Óscar acaba de regresar de Ciudad Juárez, hizo el recorrido de la Caravana Ciudadana por la Paz con Justicia y Dignidad que devino en La Marcha del Consuelo y regresó conmovido, porque las víctimas son muchas, porque en todas las plazas había testimonios de personas que sufrían la impunidad, porque había niños y mujeres y hombres de todas las edades y condiciones viviendo entre la rabia y el miedo. Ir en camión a Ciudad Juárez con el afán de cambiar la realidad de México, era tomar la temperatura del dolor, pero era también elaborar el duelo y llegar al consuelo, ese que se finca en donde termina una vuelta y comienza otra, el punto en el que la víbora muerde la punta de su cola para volver a girar, otra vez esperanzadamente, deseando que, por fin, se haga la luz y alguien ponga un poco de sal en nuestro entendimiento como acostumbraba decir nuestro entrañable Guillermo de Baskerville.

Ana Frank (1929-1945) anotó en su “Diario”: “Es un milagro que no haya renunciado a todas mis esperanzas, ya que parecen absurdas e imposibles. Si las conservo, a pesar de todo, es porque sigo creyendo en la bondad íntima del hombre. No puedo construirlo todo sobre cimientos de muerte, miseria y confusión. Veo que el mundo se va transformando poco a poco en un desierto, oigo cada vez más fuerte, el fragor que nos matará también a nosotros, participo del dolor de millones de hombres, pero cuando miro al cielo pienso que el bien acabará venciendo, que esta dureza despiadada también cesará”.

“La marcha era dura, —dice Óscar— era tan dura que muchos regresaban a sus casas, afortunadamente siempre había otros dispuestos a reemplazar a los desertores que se subían a los camiones para continuar la marcha. Los dieciséis camiones estuvieron siempre llenos y recorrimos tres mil cuatrocientos kilómetros: de Cuernavaca a Morelia, a San Luis, a Zacatecas, a Torreón, a Saltillo, a Monterrey, a Chihuahua, a Ciudad Juárez. ¿Qué hazaña cometimos? El obispo Vera nos recibió en Saltillo y compartimos el dolor. De algún modo, consolar al otro, es hallar el consuelo propio”.

El consuelo es una mezcla de compasión, benevolencia, ternura y piedad; en cualquier caso tal vez se trata de una compasión consternada. En la base de esta experiencia está la capacidad de detenerse y mirar de un modo distinto lo cotidiano. Las claves son: 1. La creencia en la bondad humana, y 2. La sintonía con el dolor de los otros. Pero, frente a la afirmación de que el bien triunfará, está la experiencia de cada día. Para algunos, la religión ofrece un horizonte de esperanza, para otros, el humanismo exige un esfuerzo heroico; para nadie hay descanso y, a fin de cuentas, ¿qué queda? Edgar Morin en “Mis demonios” pide: “Resistir, resistir primero a nosotros mismos, nuestra indiferencia y nuestra falta de atención, nuestro cansancio y nuestro desaliento, nuestros malos impulsos y mezquinas obsesiones. Resistir por/para/con amistad, caridad, piedad, compasión, ternura, bondad…”. Resistir, resistir esperanzadamente, con esa esperanza afligida, en espera de que el México que ha permanecido silente por tanto tiempo, se levante al fin y hable.

“¿Tú crees que alguien —remata Óscar— en Ciudad Juárez había oído hablar de Kavafis, de Ítaca, o que alguien sabía de Ulises? En todo caso, muy pocos, y, sin embargo, cuando Javier, al final del mitin de Ciudad Juárez, terminó de leer Ítaca de Kavafis, todos lloraban”.

 



 

De lo contrario el dinero será devuelto a la Federación…

Deben concluir obras de remodelación
del Cine Morelos en un tiempo récord
Ricardo Ariza Jaimes

A casi un mes y medio de distancia para que termine el tiempo oficial marcado por la Federación, para que un monto de aproximadamente 20 millones de pesos sean utilizados en la remodelación del Cine Morelos, recién comienzan a dibujarse los lineamientos para crear un proyecto ejecutivo que determine el proceso de remodelación y mejoramiento de este inmueble, así fue esclarecido durante una reunión convocada por el Comité Ciudadano Pro Cine Morelos y el Centro de Estudios para el Desarrollo Estratégico de la Sustentabilidad (CEDES), encabezado por el cineasta morelense Francesco Taboada Tabone, en las instalaciones del mismo.
Y fue precisamente debido a la falta de un proyecto ejecutivo que las obras fueron detenidas por gestión de este movimiento ciudadano, mismo que provocó que las autoridades del Instituto de Cultura abrieran al debate las supuestas anomalías que la Subsecretaría de Obras Públicas del Gobierno del Estado ha cometido en el proceso de remodelación de dicho recinto.
Francesco Taboada, autor del premiado documental “Los últimos zapatistas”, reconoció, que las autoridades del Instituto de Cultura reaccionaron a tiempo al no aceptar la continuación de la obra sin contar primero con el proyecto ejecutivo: “Hizo bien (el ICM) al solicitar que no se prosiguieran los trabajos, existen anomalías de procedimientos y de conceptos”.
Francesco Taboada También señaló la importancia de la que la sociedad organizada -representativa del tema- interviniera en la precisión de las necesidades e inquietudes sentidas, y que los funcionarios hicieran lo suyo en torno a estas inquietudes.
El cineasta informó que establecieron contacto permanente con las autoridades estatales y municipales, así como con el ICM para ayudar a resolver el problema legal-administrativo-técnico en el que los ha metido la subsecretaría: “…al no entender lo que es un contrato de proyecto de “llave en mano” o “proyecto integral”, además del proyecto ejecutivo”.
El primer recurso ejercido en el 2010-2011 de CONACULTA por el monto de $1.100.000.00 (un millón cien mil pesos) fue etiquetado para la remodelación de baños, camerinos y una planta  de luz de emergencia. El segundo recurso provino del  Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas FEIEF por $19.500.000.00, (diecinueve millones, quinientos mil pesos) y se destinó para la elaboración del proyecto ejecutivo y la remodelación integral de la planta baja del cine y para la sustitución de la cubierta. Por parte del Instituto de Cultura Jafet Ortiz Pineda argumentó que no había dinero para realizar el proyecto ejecutivo, por ello es que se dio el proyecto en modalidad de “llave en mano”, sin embargo desestimaron esta opinión al señalar que en función del segundo concepto antes mencionado sí existía el recurso para la realización del proyecto ejecutivo, pero siendo posible que no existiera el tiempo suficiente para realizar dicho proyecto, y la obra en función del tiempo en que se debían ejercitar los recursos de inversión, optaron por la modalidad de licitación fácil y cómoda para la dependencia del Instituto de Cultura y de la Dirección General de Proyectos de la Subsecretaría de Obras Públicas, modalidad mencionada precisamente como “proyecto llave en mano, o proyecto integral”.
Cabe señalar que se reconoció que el Instituto de Cultura no perdió la intención de conservar la vocación del cine, pero en la propuesta del proyecto quisieron buscar una mayor versatilidad de la utilización de espacios, y por ello, se perdió la importancia de ser un foro de cine de arte o cine cultural, como se había venido haciendo, gracias al trabajo de distintas administraciones y de la labor de promotores culturales.
Con la intervención ciudadana representada por el cineasta morelense, a través del Instituto Morelense de Información Pública y Estadística (IMIPE) logaron presionar a los funcionarios encargados de la remodelación, así como a la empresa constructora, para que tomaran en cuenta las observaciones para evitar que bajo diseños no consensados conviertan al antiguo Teatro de la Ciudad en una sala de usos múltiples, dividiendo al actual espacio con capacidad para 700 butacas en pequeñas salas de exhibición de cine comercial, así como librerías culturales, una cafetería, y otros.
Es importante recalcar que esta labor ciudadana demostró que a través de la organización, se puede –y se debe- ser vigilantes de las acciones de gobierno, para que acaben de una vez por todas las acciones emprendidas a espaldas de los contribuyentes, que sólo atestiguan desde afuera las distintas obras públicas, pero que nunca son enteradas a cabalidad de los procesos, lo que permite que autoridades y contratistas hagan jugosos negocios a costa del erario. Al parecer, en las remodelaciones del Cine Morelos, eso ya no va a pasar, debido a que este grupo ciudadano ha vigilado que los recursos provenientes de la Federación sean ejercidos de una manera transparente, además de respetar las demandas ciudadanas de mantener al Cine Morelos con el espíritu que ha demostrado hasta ahora, ser un foro de cine artístico y cultural, lo que lo ha posicionado como la segunda sala más importante del país después de la Cineteca Nacional.


03


MUDE
El desierto: otro rostro de un mar antiguo
Claudia Luna Fuentes

El Museo del Desierto con génesis absolutamente mexicana, se encuentra entre los mejores museos del mundo. Su arquitectura se erige en Saltillo, ciudad capital de Coahuila, en el corazón del Parque Las Maravillas, congregando a visitantes de los cinco continentes que acuden a conocer los más recientes descubrimientos paleontológicos.

Se suman a su magnética exhibición de fósiles con millones de años, los legados sobre la riqueza natural y cultural que guarda el desierto más grande de Norteamérica y tema central del museo: el Desierto Chihuahuense, conformado por diez estados de la República Mexicana y tres de Estados Unidos de Norteamérica.

El Museo del Desierto se concibe en relación con las comunidades que le dan vida: artesanos, agricultores, orfebres, talladores de fibra de ixtle, productores de dulces, practicantes de la herbolaria,  así como la presencia de vinateros y licoreros regionales, entre los que destaca el sotol. Para ello existe un espacio llamado Decierto oficio a la entrada del museo. Este lugar toma vida los fines de semana y los periodos vacacionales, permitiendo que los oficiantes del desierto, en forma gratuita, hagan uso de un espacio de venta.

En el pabellón I, nombrado El desierto y su pasado se exhiben entre otras piezas el fósil del reptil volador más pequeño del periodo Cretácico: Muzzy, que esperó en la pared de una chimenea familiar en Múzquiz, Coahuila, para ser rescatado por expertos del Museo del Desierto. Ahora es una nueva especie para el mundo.

La interactividad en este pabellón permite usar un cómodo micrófono en la pared y platicar con los paleontólogos, esos científicos del pasado, a través de una ventana que deja ver su trabajo diario en el laboratorio.

Entre otras piezas, este primer espacio muestra la reproducción de Isauria en tamaño natural, el primer dinosaurio armado en México y descubierto en territorio coahuilense, el cual representa a un grupo de dinosaurios común hace 75 millones de años en esta zona: los hadrosáuridos, que se alimentaban  con follaje. Una pieza llamativa es el Tiranosaurus rex, que se encuentra en el centro del pabellón.

En el pabellón II, llamado El desierto y el hombre: un espacio de encuentros, irrumpe una piedra imponente con signos arcaicos que anuncian la llegada del hombre nómada a tierras norteñas. Y a unos pasos, un par de huellas humanas con una antigüedad de más de 12 mil años son la evidencia de su andar por nuestra geografía. Más delante, se resguardan tesoros arqueológicos de Aridoamérica: Sandalias, puntas de flecha y arcos, collares de concha y grabados en pequeñas piedras, entre otras maravillas naturales.

Armas, obras de arte, silicios y objetos de labranza, entre otros elementos, hablan de los 300 años en los cuales ante la presencia española y portuguesa que invadió los dominios de los nómadas. Y el sarape de Saltillo destaca como una mezcla de dos mundos, pues fue gestado con el telar español que tramó las fibras textiles coloridas de los indígenas tlaxcaltecas. 

Al avanzar, es posible introducirse a un vagón ferrocarrilero del desaparecido “Coahuilense”. Entre otros destellos de pensamiento, hay un mural que habla de los lipanes, ultimados  por el gobierno coahuilense, o de kikapoos y mascogos, comunidades que llegaron a estas tierras y todavía perviven, sumando colorido a nuestra nación con su diversidad.

En el pabellón III titulado Evolución y biodiversidad, una gran marcha de la evolución muestra enormes especies que habitaron estos territorios hace 60 mil años, en la era glacial, cuando el desierto era un bosque y hogar de mega fauna hoy extinta, como el mamut o el oso de cara corta. Más delante, una cueva con murciélagos vivos permite aprender sobre la importancia que tienen estos maravillosos seres en la polinización de plantas frutales, en el control de plagas y la dispersión de semillas.

En el pabellón IV, El laboratorio de la vida se encuentra una evocación de lo que fue Coahuila hace 75 millones de años: una espléndida selva con agua corriente. Al rodear para llegar a esta verde visión, se encuentran serpientes y otros reptiles de ecosistemas de México y el mundo.  Aquí también se encuentra el Laboratorio de Cultivo de Tejidos, donde asoman semillas o plántulas de cactáceas en tubos de ensayo con sustancias reguladas por científicos.

En el exterior, entre jardines que guardan perritos de la pradera y tortugas del desierto, el Jardín Botánico de Cactáceas y Suculentas con 450 especies, ha colocado al Museo del Desierto entre los poseedores de las mejores colecciones nacionales por su diversidad, rareza o por que se encuentran en peligro de extinción. Es posible adquirir estas plantas cultivadas en forma sustentable y favorecer a la conservación de estas especies en su hábitat natural. También en los jardines es posible observar, vivos, entre otras especies, osos negros, borregos cimarrones y lobos grises mexicanos extintos en su hábitat natural dentro de México.

Los apuntes que se muestran son apenas unas gotas del manantial que hay en el Museo del Desierto. Visite este  lugar soñado por muchos coahuilenses, hecho realidad el 25 de noviembre de 1999.





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Las Bodas de Fígaro, una producción de gran talla
Gina Ancona

Se llevó las palmas la Compañía de Ópera de Morelos en el estreno de Las Bodas de Fígaro, ópera en cuatro actos de Wolfgan Amadeus Mozart sobre un libreto de Lorenzo da Ponte, basado en la comedia de Beaumarchais, Le mariage de Figaro. Esta ópera fue compuesta entre 1785 y 1786 y se estrenó originalmente en Viena el 1º de mayo de 1786 bajo la dirección del propio Mozart.

Bajo una excelente orquestación y trabajo de voz, muy buena producción, escenografía y vestuarios, se lució la Compañía de Ópera de Morelos en el Teatro Ocampo el pasado viernes 15 del mes en curso, en donde tuvieron lleno completo al igual que las dos fechas posteriores en las que presentaron su quinta y más reciente producción. La dirección orquestal corrió a cargo  de Carlos García Ruíz, joven director mexicano que se encuentra entre los más destacados del país, mientras la dirección de escena estuvo en manos de Óscar Flores. Contaron con un elenco de altísima calidad que protagonizaron el bajo Rosendo Flores, las sopranos Elisa Ávalos y Verónica Murúa, y el barítono  Jesús Suaste. Esta ópera bufa fue de las primeras en su género, además de ser considerada como una de las mejores creaciones de Mozart y como una de las óperas más importantes de la historia de la música. Traer a escena esta gran producción, sin duda representó un reto para la compañía entera, un reto que logró un magnífico resultado y que definitivamente deleitó, pero sobre todo divirtió muchísimo al público en su totalidad.

La trama se desarrolla en el palacio del Conde y la Condesa de Almaviva (Jesús Suaste, barítono y Verónica Murúa, soprano), en las afueras de Sevilla, España, a finales del siglo XVIII, y narra los enredos que se desatan a partir del anunciamiento de la boda de Fígaro (Rosendo Flores, bajo), criado del Conde, con Susana, una doncella de la Condesa (Elisa Ávalos, soprano).

Acto I
Susana y Fígaro están preparando su boda mientras él arregla la habitación que el Conde les ha regalado para su comodidad. El problema es que Susana se niega a aceptar las condiciones del Conde, quien le ha hecho saber por medio del maestro de música, Basilio (Héctor Arizmendi, tenor), que quiere poseerla como mujer antes que su esposo, volviendo a un derecho que él mismo abolió tiempo atrás. Mientras tanto Marcellina (María Luisa Tamez, mezzosoprano), el ama de llaves del palacio, acude a Don Bartolo (Rufino Montero, barítono), el doctor en leyes, para que la case con Fígaro en cumplimiento a un contrato hecho tiempo atrás. Entonces ambos enfrentan a Susana, saliendo Marcellina herida en su orgullo: la edad. En la siguiente escena aparece el paje Cherubino (Encarnación Vázquez, mezzosoprano), quien está huyendo del Conde que quiere castigarlo por haberlo hallado con una de sus vasallas favoritas, Barbarina (Yolanda Molina, soprano), y cuenta a Susana su confusión amorosa. Entra el Conde, tratando de conquistar a Susana, en tanto Cherubino se esconde bajo una falda de Susana, posteriormente entra Don Basilio, y es ahora el Conde quien se oculta, hasta que el maestro de música revela que el paje mira a la Condesa en una forma especial. El Conde sale enfurecido de su escondite y explica cómo encontró a Cherubino escondido en las faldas de Barbarina y ¡Oh sorpresa! Encuentra nuevamente al paje en la misma situación por lo que decide desterrarlo. Entra Fígaro con los jóvenes del pueblo (Coro del CMAEM) a pedir permiso para su boda, el conde posterga la boda de mala gana y nombra a Cherubino primer oficial de castigo por lo que hizo.

Acto II
La Condesa lamenta en sus aposentos las infidelidades de su esposo. Llegan Susana, su doncella, y Fígaro, que le dice que le ha mandado al Conde una carta anónima en la que le hace creer que la Condesa que ha concertado una cita con otro hombre. Sale Fígaro, y entra en ese momento Cherubino, que canta a la Condesa su amor. La Condesa y Susana le disfrazan de mujer, y citan al Conde a una entrevista con Susana, a la que en realidad asistirá Cherubino. En ese momento, aparece el Conde, y Cherubino se tiene que encerrar en una habitación. La condesa le dice al Conde que es Susana quien se ha encerrado allí, y él intenta derribar la puerta. En tanto Susana, también escondida, ayuda a salir de la habitación a Cherubino y se pone en su lugar. Finalmente, la Condesa confiesa al Conde que es Cherubino quien está ahí, pero al abrir la puerta, aparece Susana, y tanto la Condesa como el Conde se quedan muy sorprendidos. Entonces, la Condesa, reponiéndose, le dice que fue una artimaña para ponerlo celoso. Entra el jardinero, Antonio (Marco Antonio Talavera, barítono), quejándose de que alguien rompió sus macetas al saltar de una ventana. Entra Fígaro, y dice que fue él, pero Antonio muestra un papel que perdió el que saltó por la ventana, que resultan ser las credenciales de Cherubino. Fígaro dice que Cherubino se las había dado porque les faltaba un sello, pero el Conde no queda convencido con la explicación. En ese mismo momento, aparece Don Bartolo y Marcellina de nuevo, que reclaman al Conde el cumplimiento de su demanda, su boda con Fígaro.

Acto III
El Conde confundido, reflexiona en su despacho sobre los eventos precedentes. Incitada por la Condesa, Susana entra en escena y acuerda ver al conde más tarde esa noche, aunque en realidad es la misma condesa la que planea encontrarse con el conde disfrazada de Susana. Cuando Susana sale, el Conde la escucha decir a Fígaro que todo es un plan de la Condesa. Dándose cuenta de que ha sido engañado, el Conde decide vengarse de Fígaro haciéndole casarse con Marcelina.
El notario Don Curzio (Hector Arizmendi, tenor) exige a Fígaro el cumplimiento del contrato con Marcellina, en donde Fígaro debe pagarle una gran suma de dinero, y en caso de no tenerlo, debe contraer matrimonio con ella. Fígaro se excusa diciendo que él es de familia noble, y que no puede casarse sin la autorización de sus padres, a los que desconoce porque unos bandidos le robaron de pequeño. Como prueba de esta nobleza, muestra una señal en su brazo derecho. Entonces, Marcelina se da cuenta de que Fígaro es hijo suyo y de Don Bartolo. Dada la situación, Fígaro ya no tiene que casarse con ella. Marcellina muestra a su hijo su amor maternal cuando llega Susana, y los ve abrazados, entonces Susana golpea a su prometido y su futura suegra le explica la nueva situación.
En la siguiente escena la Condesa dicta a Susana una carta para el Conde con la finalidad de confundirlo, en tanto entra un grupo de campesinas para ofrecerle flores a la Condesa, entre las que se encuentra Cherubino vestido de mujer, a quien había disfrazado Barbarina para evitar su destierro. Finalmente Antonio, el jardinero y padre de Barbarina, y el Conde le descubren.
Acto seguido se celebra una boda doble, la de Fígaro y Susana y la de Don Bartolo y Marcelina. Durante el baile, Susana pasa al conde la nota que le dictó la Condesa, fijando una cita para esa noche. La aguja con la que está prendida la carta, debe ser devuelta, en señal de conformidad. El plan es que esa noche no se encuentre ni con Susana ni con Cherubino, sino con la Condesa, así que intercambia su ropa con la recién casada.

Acto IV
Fígaro sorprende a Barbarina buscando la aguja que sellaba la carta, ya que el Conde le dio la tarea de entregársela a Susana, y la había perdido. Fígaro entonces sabe que Susana se ha citado con el Conde, pero ignora el plan. Enfadado, invita a Bartolo y a Basilio a ser testigos de esa cita, y les advierte sobre la infidelidad de las mujeres. Llegan la Condesa y Susana, con los trajes intercambiados, y se produce un encuentro complicado.
Cherubino, que también se había citado con Barbarina, ve a la Condesa, disfrazada de Susana, e intenta besarla, pero en ese momento llega el Conde, y es él quien recibe el beso. Éste le responde con un bofetón, que recibe Fígaro, que se había acercado para ver qué pasaba. Para vengarse del Conde, Fígaro comienza a cortejar a Susana, pensando que era la condesa, pero cuando reconoce a su mujer le declara su amor. Susana se  enfurece ya que no se dio cuenta que había sido reconocida por su esposo pero inmediatamente se da cuenta y la pareja se abraza, lo que enfurece al Conde quien cree que Susana es la Condesa. Cuando se descubre la situación, el Conde pide perdón a su esposa, por sus sospechas y por su mala conducta. La Condesa le perdona y acaba el acto con una alegre fiesta.

Esta gran  ópera está llena de pasajes logrados y de ricas melodías, pero sobre todo destacan el primer gran final, que se da en el cierre del II acto, en donde pasan de un dúo a un trío, a un cuarteto, y así sucesivamente hasta alcanzar las siete voces sin que la acción decaiga en ningún momento ni los personajes pierdan su propia caracterización; es considerado “un arco sinfónico tan maravilloso que está unánimemente considerado como la más refulgente obra maestra del género” y por supuesto el gran final, que tras una serie de enredos resulta agitado y vivaz, con personajes que se tienden trampas unos a otros y por supuesto con un contenido musical excepcional. 
Aún en nuestros días, siglos después de su creación, los enredos amorosos que Mozart sitúa en una exótica Sevilla siguen vigentes, por lo que atrapan e involucran a todos los públicos de todos los tiempos.






05


Bookad
Bookad es una nueva forma de editorial nacida en Barcelona. La seña de identidad de esta nueva forma de producción cultural es la de democratizar el acceso al mundo editorial. Buscamos nuevas formas de relación entre el autor y el editor, así como nuevas formas de creación y producción cultural.
Es por esta razón que Bookad, además de ser una editorial en un sentido clásico, dispone de un laboratorio de experimentación desarrollado por una nueva red social de artistas, autores, músicos, poetas, bailarines, cocineros, intelectuales, actores, cineastas y cualquier persona que sienta inquietudes culturales. Buscamos crear un espacio para todos donde las personas encuentren un medio de encuentro, intercambio y promoción.
Es desde este afán que Bookad ha iniciado un nuevo concurso literario cuyo premio será la publicación de la obra. Puede participar gente de todo el mundo. Además, en la red social de Bookad, hay otro tipo de actividades promocionadas tanto por Bookad como por la comunidad, cada día mayor, de miembros en red.

Bookad es el espacio ideal para la redefinición de todas las formas y su difusión. Os invitamos a participar en este maravilloso proyecto.

Yuri Tapia, editor de Bookad.
646094307
C/Violant d’Hongria 71, 2. 08028. Barcelona.
B65516528
www.bookad.es


Para participar en el concurso literario de Bookad es necesario registrarse en la comunidad de autores y artistas (http://www.bookad.co/?xgi=54Pn6pzgzKastm)

Bases Concurso Literario

I Edición
Concurso Literario
Laboratorio Bookad

El Laboratorio Bookad es una red social para escritores y artistas. Queremos democratizar la producción cultural. Participa en el concurso literario en el que tú escribes y tú decides.”
El Laboratorio Bookad convoca el I Concurso Literario, con las siguientes bases:

1.    El concurso no está limitado a ningún ámbito geográfico y podrán concursar todas las personas mayores de 18 años con independencia de su nacionalidad y lugar de residencia. Los participantes del concurso deberán estar registrados en la red social del Laboratorio Bookad.
2.    El tema será libre, las obras serán inéditas, no premiadas en otros certámenes, ni pendientes de resolución en otro concurso, pudiendo estar escritas en castellano o en catalán.
3.    Se establece el siguiente premio: la publicación de la obra ganadora.
4.    Cada autor podrá presentar una obra. La extensión mínima de la obra será de 60 hojas, en formato Din A-4, a una sola cara, a doble espacio, con letra Times New Roman de 12 puntos y con márgenes de 2 centímetros en cualquiera de sus dimensiones.
5.    En el encabezamiento de la primera página se hará constar claramente el título de la obra y el seudónimo con el que se presenta su autor (opcional).
6.    Modalidad de envío: se rellenará el formulario de envío del manuscrito (adjuntando la obra en formato pdf) desde la página del Laboratorio Bookad, en "Enviar Manuscrito".
7.    El plazo de presentación de las obras será del 6 de julio al 4 de octubre de 2011, en la modalidad descrita en el punto 6.
8.    Todos los miembros de la comunidad del Laboratorio Bookad serán el jurado, será un proceso de elección por votación popular. El fallo del jurado será inapelable. El jurado votará sobre un total de 10 obras seleccionadas por personas del ámbito literario. El jurado tendrá acceso a las 2 primeras páginas de cada una de las 10 obras seleccionadas a fin de poder evaluarlas y emitir su voto; el sistema para mostrarlas será ISSUU (www.issuu.com).
9.    Las votaciones de los miembros del jurado se llevarán a cabo del 18 al 30 de octubre.
10.  El fallo del jurado se producirá el 31 de octubre, y se dará a conocer en la página WEB del Laboratorio Bookad y en otras páginas asociadas: http://www.bookad.es
11.  El Laboratorio Bookad (Bookad S.L.) se reserva el derecho de publicación de las obras presentadas respetando los derechos de autor.
12.  La participación en esta convocatoria implica la aceptación de sus bases y del fallo del jurado.

Bookad S.L. (Laboratorio Bookad)
NIF: B65516528



Los Planes de Dios
Ángel Armenta López

Y para colmo se nos terminó la risa. Nos quedamos quietos, esperando que otro hiciera lo inesperado, lo imposible; aquellas cuatro paredes de un carmín fantoche y una luz que se tornaba hacia un rojo grosella, albergaba a nuestros corazones solitarios, rotos, quebrados, con nostalgia y multiplicados.
Te levantaste en un chispazo de cadencia, corriste al tocadiscos, te inclinaste y enseguida escuché a The ventures… bailaste hasta mí, con tu dedo índice en un gesto de provocación y abandono, llegaste hasta mi lugar, me miraste fijo y me invitaste a bailar, yo tomé tu mano, suave como la de una virgen, empañamos nuestras pupilas con el aliento de la locura, tomé tu cabello, la arrojé hacia tras para mirarte mejor, a la vez suave y con indecencia llevaste mis manos hasta tus nalgas, yo las llevé hacia a mí, y ni un centímetro había entre nosotros, éramos dos perros a quienes nos gusta roer el amor, no te confundas me dijiste- si me miras me hundo, si me tocas rio y lloro- y yo con mi embriaguez y mis heridas, me doy cuenta de que el agua sucia no sirve de espejo, ronroneo, escupo este paraíso de corales, y el desamor es una vulva eternamente abierta a los que tan cerca y juntito no dejan de tener frío.
Aún con el tocadiscos, con sus trompetas, sus saxofones y sus guirnaldas de rojo satinado huimos a la ½ de la muerte y no hay nadie, no hay nadie que lamente lo que somos, y hasta ahora, sé que tienes mejores planes que Dios.



La mejor mujer en el sexo
Adán Echeverría

En la confianza y la decisión puede recuperarse la esencia del placer. Juana lo supo con Federico. Los 200 kilos del hombre no tenían importancia para ella, su creatividad la tenía más que entusiasmada. Había leído sin reparo muchos de sus cuentos, sus ensayos y algunos de sus poemas, y esa admiración la condujo hasta su casa la tarde que decidió conocerlo en persona. Federico estaba sentado en la sala de estar. Roberta, el ama de llaves, la recibió: Pase señorita, el maestro espera, déme su chamarra me haré cargo, ¿quiere café?
- Gracias Roberta, puedes retirarte. La voz del maestro era el espacio de intimidad que Juana buscaba. La sala se abría para el olor a madera limpia de los libreros. Podía sentir la presencia de mundos diversos que esperaban ser visitados en los libros que cubrían las paredes. Al fondo, Federico rebosante y paciente.
Los 200 kilos eran grotescos a primera vista, pero la calidez de su voz, y esa mirada de vaca marina que bebe conciencias, eran la trampa de luz que atraía a Juana como un insecto sin voluntad.
- Vine, dijo de manera estúpida la chica.
- Siéntate a mi lado. -Ella pudo imaginar con antelación la ridícula escena de su diminuto cuerpo, aun no cumplía los 20, a un costado de la mole que formaba el maestro sentado en el sofá.
El reforzado mueble contuvo la respiración al sostenerlos. No fueron más de cinco minutos de plática para que Juana se dejara hurgar la entrepierna. Había tomado con ambas manos la enorme cabeza del maestro y se había dejado besar, besar o consumir que para el caso y el momento significaban lo mismo, y supo que debía aprovechar tamaño y volumen. Escaló sus hombros para ofrecer la vagina, hervidero de agujas, para que el maestro, con su lengua como prótesis, degustara y la arrastrara entre sus pliegues.
La erección del monstruo era irreal. La grasa hacía imposible que Juana tuviera una visión completa del miembro endurecido, sin embargo, impulsiva como era, hundió sus dos brazos entre los enormes y pavorosos muslos de Federico para atraparle el miembro y, triunfante, lo consiguió. Era pequeño, gordo y durísimo como un rubí. Sobó y sobó, mientras dejaba que la enorme lengua entrara y saliera de ella, fornicándola.
-Señorita su chamarra. -La joven se arropó repasando el momento en una larga exhalación, con la confianza que para ese entonces encerraba saberse dueña de sí.
El maestro, el filósofo, lloraba emocionado, agradecido de que al fin los años de cultivar su mente y perder su cuerpo, fueran recompensados por la enorme voluntad de amor que Juana le dispensará.


06


A los que cumplen 18 años... 
Adán Echeverría


Claro que ya puedes entrar a la disco, claro que ya puedes incluso casarte, tener tarjeta de crédito, manejar un automóvil, tomar las chelas en el carnaval. Ya puedes levantarte y fumarte un cigarrito sin que papá o mamá te recriminen, incluso puedes drogarte. De todo lo que hagas, tú serás el único responsable. Es por ello, que nadie debe doblegar tu espíritu. Así es como veo las cosas, te dirán que el sexo es maravilloso, que para qué el amor, que la bisexualidad es la panacea, te hablarán de las fiestas en la disco, las fiestas en la playa; las sociedades de alumnos de las escuelas pondrán toda la carne al asador, buscarán edecanes, con el estereotipo de las mas suculentas, aquellas flaquitas, y muy al estilo de esos programas con los que creciste, desde las series de Fox, los TeleHits, y los MTV’s, crearás que eso es “in” y que todo lo que no es como los demás lo perciben es “out”.

Lo importante es que reconozcas que todos pueden decir lo que quieran pero que a ti te corresponderá decidir, o lo que es lo mismo, te puede valer todo madres. Es momento de que sepas que eres libre, pero que esa libertad es una ilusión falsa y mediática, lo real es que tienes que decidir si con la luna o con el sol, como los niños: si trabajas o estudias, si te becas o te gradúas, si te casas o eres soltero, si eres homo, o bi, o te quedas hetero, si eres católico, budista, judío, mahometano, adorador de San Cuauhtémoc, o simplemente ateo, si te quieres cultivar o la quieres cultivar, si te haces de dinero fácil, o te vale madre el dinero, si te apoyas en los tuyos, o si reniegas de ellos. Y esa vida tuya puede volverse o verdaderamente tuya, o enajenadamente de los que manejan los hilos de la sociedad.

En este país te dirán que tienes opciones democráticas, y eso no es cierto, tenías 12 años cuando el actual presidente se robó las elecciones, tenías seis años cuando se pensó que habría un cambio en la política, en aquellos años que llegó Vicente Fox al poder, y en estos doce años de gobiernos panistas, te lo juro, nos ha ido peor.

Cuando yo tenía seis años (ahora tengo 36), mi padre que no estudió más que la secundaria, y mi madre que tenía una carrera comercial, con su sueldo de empleados podían mantener una casa en la ciudad y una casa en el puerto. Hoy es el día que conozco a muchos graduados con maestría que viven con sus padres, que no tienen Infonavit para comprarse una casa. Desde hace 20 años la única forma de prosperar es metiéndote a un partido político, desde abajo, yendo a robar casillas, a pegar mantas, a repartir volantes, y dependiendo de hijo de quién eres, a qué estás dispuesto, a besar culos o manos o pies, podrás acceder a un puesto en gobierno, a un escaño de poder en la maquinaria partidista. En los últimos años, desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988–1994), se crearon las leyes, y se pusieron los candados a la ley electoral para asentar en el poder a la partidocracia. Tus padres y amigos te dirán que tal o cual partido es el mejor, tú puedes conocerlos a todos. Este aliado con ese otro, aquel no deja que pase tal reforma hasta que ocurran las elecciones. Yucatán se entrega al PRI para que no se haga el voto por voto que exigía un candidato de izquierda.

Las alianzas embrutecieron la democracia, la asesinaron. Sólo se da el reparto del botín. Te dirán mil cosas, pero tienes que saber, que también tienes el derecho de construir tus propios sueños. Puedes mandarlos al diablo, puedes acudir a votar y anular tu voto, y mirar cómo con menos del 30 por ciento de una votación total, el país va a tener también un nuevo presidente municipal, un nuevo gobernador, un nuevo presidente de la república, y así, constatar la burla que hacen del pueblo mexicano. Te darás cuenta de que en el país hay dos tipos de sociedad, la de la partidocracia, donde todo es dinero a montón, y la ciudadanía, endeudada y sobreviviendo; que en la ciudadanía hay dos tipos de ciudadanos, los partidistas en espera de algún hueso, que gritan y aplauden como focas, pendientes de sus ídolos electorales, y los apartidistas, reflexivos, críticos, y capaces de partirles la madre si nos encabronan.

Las elecciones en México es un juego que juegan solamente los partidistas. Por eso es que puedes ganar dinero pegándote a un partido político, o ganar personalidad siendo un consumado apartidista. Desde ahora no te olvides de que: “A los gobiernos se les exige, nunca se les aplaude”.


Pequeñeces

De niño me enterré un lápiz en la mano. A los dos meses aparecieron letras debajo de la piel. Las fui arrancando con la navaja de mi padre y las guardé bajo la cama.

Fue hasta la secundaria cuando lograron extirparme la punta de carbón, y se me escapó el habla. Busqué en mi escondrijo, solo hallé los restos enmohecidos de las letras. Escribo para recuperarme de esta invalidez...

Adán Echeverría
De El orgasmo de los ídolos

 
A la memoria de Charles Darwin
Carlos Martín Briceño

Hará tres años cuando me enteré de la muerte de Harriet. La noticia, perdida entre las páginas de espectáculos de un periódico local, llamó mi atención. Me remontó a mi infancia, a una fiesta de cumpleaños y a la edición ilustrada de El origen de las especies que alguien tuvo a bien regalarme. Harriet, la tortuga galápago que fue capturada por Darwin en 1830, había muerto tranquilamente en un zoológico australiano, de un paro cardíaco, a los 176 años. Sí, escucharon bien, 176 años.
Para Adán Echeverría, biólogo de profesión, pero escritor por vocación, estoy seguro que esta noticia tampoco pasó desapercibida. Digo esto porque el libro que hoy nos convoca, y que forma parte de esta nueva y post moderna corriente gore que gana cada vez más adeptos, tiene como tema central, la inmortalidad. Y es, precisamente a través de los hábitos de reproducción de estos quelonios, como se irá conformando la trama de Arena, la primera novela de Echeverría.
La historia, ambientada en un ribete perdido de tierra, Las Bocas, que evidentemente remite a la reserva ecológica de Dzilam Bravo en la Penín­sula de Yucatán pero que podría ser cualquier costa del mundo, cuenta el regreso de Lucrecia en contra de la voluntad de su madre Yosefina, a ese misterioso sitio donde su padre desapareciera, y en donde el tiempo no transcurre para sus habitantes, literalmente.
Trepidante, enloquecedora, llena de una oscura ambientación que por momentos recuerda el estilo del norteamericano Lovecraft, Adán se ha enfrascado en la realización de un texto prohibido para todos aquellos que no entienden que en el arte no hay barreras y que es posible mezclar la sangre con la ironía, siempre y cuando se salpique con un toque de humor negro.
A menudo, tal como sucede en las historias del escritor estadounidense, creador de Los mitos de Cthulhu,  los protagonistas de Arena parecen incapaces de controlar sus propias acciones, o encuentran imposible cambiar el curso de los acontecimientos.
Muchos de estos personajes –Mauricio, Lucrecia, Rulor Miranda,-  escaparían del peligro si simplemente corrieran en dirección opuesta, aunque esta posibilidad nunca surge o es, de alguna forma, sometida por una entidad externa. No es casual, pues, que los moradores de Las Bocas no puedan huir debido a las fuertes corrientes del océano o a las repentinas tormen­tas de arena que se abaten  sobre ellos.
Lo interesante es que, a pesar de girar alrededor de un solo tema, el autor ha tenido la habilidad suficiente para enriquecer la trama y enseñarnos de a poco, como en aquellas legendarias cajas chinas, los motivos de cada uno de sus personajes.
Y cito
“Ah, mi madre tan bella y tan puta la condenada, siempre he pensado que he sido la mezcla de mucha leche. Yo, ¿sabes?, el mismísimo general que está acá contigo; soy la mezcla de muchas leches, porque la noche que me concibieron, a mi madre se la cogieron varios hombres, le llenaron el culo de leche, la llenaron todita de leche a la muy puta. Ay mi madre tan puta la pobrecita, éramos tan pobres, tanto; tuve dos hermanas, y creo que ambas me dieron hijos, ¿sabes?, murieron en la revuelta…”
Ahora bien, lo que creemos leer, no es necesariamente igual a lo que deberíamos saber. Pareciera que el autor, debido a su desbordante imaginación y su trabajo como investigador, observa detalles que para nosotros pasan inadvertidos. Quizá la vena poética de Adán, conjuntamente con su voluntad, contribuya también a crear esta impresión. No en balde, Adán es compilador, junto con el poeta mexiquense Armando Pacheco, de una trascendente antología digital llamada Del silencio a la luz, donde se dan cita 658 poetas mexicanos.

Así, en Arena, por momentos nos encontramos leyendo la novela dentro de la novela, pues es un manuscrito dejado por Mauricio a su esposa Yosefine, el pretexto para iniciar la historia.  Y es también el manuscrito de Lucrecia, hija de ambos, el que cerrará el texto.

Regreso, antes de terminar, al recuerdo de Harriet. Debo decir que inicialmente, la tortuga fue bautizada como Harry, debido a un error sobre su sexo que se mantuvo durante más de un siglo antes de ser corregido. Nada es lo que parece. Detrás de cada ser humano se esconde otro.  Así lo constatarán, estoy seguro, los que se acerquen a esta hilarante novela de Adán Echeverría.