viernes, 8 de julio de 2011

Suplemento Cultural No. 38





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A continuación agregamos los contenidos en formato original para facilitar la lectura y apreciación de los mismos.
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Editorial
Luz azul
         Sabemos que el cine es considerado el séptimo arte. También sabemos que la cinematografía es la técnica de proyectar fotogramas de forma rápida y sucesiva para crear el efecto de movimiento. Sin embargo, no sabemos en qué rango o clasificación del arte se encuentra la fotografía  por sí misma. Finalmente el nombre, la posición o consideración son lo de menos, lo importante es que este arte, conocido en sus formas más rudimentarias desde los tiempos de Da Vinci, ha logrado captura a través de la historia cantidad de momentos, discursos, ideologías, historias, geografías, idiosincrasias, culturas y fisionomías, entre muchas cosas, capaces de transportarnos hasta el mismo espacio-tiempo en el que fueron tomadas. Si a eso le agregamos la evolución y avances tecnológicos con los que contamos hoy en día, las posibilidades de creación y de manipulación de la imagen para estos artistas de la lente crecen de uno a un millón.
         Ya que en Artetipos consideramos de gran importancia difundir el trabajo de jóvenes y viejos, de conocidos y mundialmente desconocidos, de contemporáneos, pasados y futuros talentos, de quienes a través de su trabajo han perpetuado o perpetuaran en la historia y de todos aquellos que simplemente deciden manifestarse porque tienen la capacidad de hacerlo, les presentamos nuevamente una muestra del trabajo de la fotógrafa guerrero-morelense Maricela Figueroa, quien en esta ocasión nos envió una pequeña selección de la serie Palíndromas de luz, obra que con técnica y talento relata historias que no necesariamente se han escrito aún.

Cienciartespiritual
-ángel armenta lópez.

El estricto estudio del lenguaje como un mero sistema de signos por los cuales los humanos podemos llegar a trasmitir desde emociones, ideas, necesidades y deseos, nos ha hecho olvidar que el lenguaje es también un instrumento de transformación.
Desde los datos que muestran el origen de la lengua hablada, el humano ha podido desarrollarse de forma colectiva e individual, como una tradición regional a través de los mitos, leyendas y la misma historia que se transmite verbalmente; y no solamente eso, sino que  forja una identidad así como una conciencia. Tiempo después, a decir verdad, mucho tiempo después, la invención de la lengua escrita modificó e impulsó según algunos -antropólogos, sociólogos y pedagogos- al pensamiento mismo.
En nuestra sociedad, la lengua escrita juega un papel fundamental, pues saber escribir representa un prestigio, aquel que sabe escribir, es “reconocido” académica, social e institucionalmente. Por ejemplo, aquel que sabe escribir, tiene más oportunidades de un trabajo digno, aquel que sabe escribir correctamente, obtiene becas, reconocimiento y autorización para opinar. Además, la escritura es un testigo histórico del tiempo, pues queda plasmado de forma gráfica lo cual dota de credibilidad y acervo a los hechos.
Así, el mismo lenguaje es la interacción entre grupos o sociedades, sin embargo, para la educación y los órganos socio-políticos, el lenguaje constituye el sometimiento del hombre por el hombre, tal como lo señala el sociólogo francés Pierre Bourdieu. Aunque quisiera agregar a esto, una óptica más, la del filósofo argentino Néstor García Canclini, quien afirma que el lenguaje es un instrumento de sometimiento y dominación, sin embargo, también de rebelión y trasformación.
A lo largo de la historia se ha dado lugar al olvido, o en el peor de los caso a la aniquilación total de sus lenguas cuyos países son dominados por otro país. “Los trabajos de Fanon, por ejemplo, revelan de qué modo el idioma francés se fue trasformando, adaptando y deformando para fortalecer los planes de la colonia”
El lenguaje ejerce distintas prácticas, así que abordaremos principalmente el arte.
Se demuestra que ninguna obra artística se comprenderá  si no se articulan al contexto social del emisor (creador) y receptor (individuo). Es decir, las diferencias lingüísticas entre las sobreposiciones de clases es una misma sociedad, no son más que variantes lingüísticas universales, y sobretodo distintas manifestaciones de la práctica en la sociedad impuesta por las clases dominantes y aceptadas por la clase dominada.
En afecto, para perpetuar la transformación social se deberá reconocer al lenguaje como instrumento de trasformación a lo cual se le puede aunar la estética, puesto que ésta es un modo de acción donde los individuos reafirman ciertos rasgos de su experiencia, lo cual produce una anticipación a la tarea de cambio en la materia y pensamiento universal.
De esta manera llegamos al campo del arte, el cual puede definirse como una práctica del lenguaje, cuya función es el desarrollo de la conciencia activa, hacia la realidad y su permutar. Mientras al lenguaje no se le reconozca como herramienta de trasformación, no comprenderemos la materia ni mucho menos el espíritu de cualquier obra.
Es por eso mismo que mientras el lenguaje de la ciencia explica la realidad, el lenguaje del arte lo destruye, lo trasforma y se recrea según el contexto socio-cultural de un determinado grupo, lo cual se puede considerar etnocentrista.
Para finalizar, asumo que el lenguaje acompañado con sus variantes de praxis, en efecto, es una herramienta de dominación, pero también de ruptura, de rebelión, trasformación y amor. Como se h dicho anteriormente, el arte constituye ante todo un accionar que persigue a todas formas el desarrollo de la conciencia que unifica las posibilidades de crecer.
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Efraín Huerta (1914-1998)
LOS HOMBRES DEL ALBA

Y después, aquí, en el oscuro seno del río más oscuro,
en lo más hondo y verde de la vieja ciudad,
estos hombres tatuados: ojos como diamantes,
bruscas bocas de odio más insomnio,
algunas rosas o azucenas en las manos
y una desesperante ráfaga de sudor.

Son los que tienen en vez de corazón
un perro enloquecido
o una simple manzana luminosa
o un frasco con saliva y alcohol
o el murmullo de la una de la mañana
o un corazón como cualquiera otro.

Son los hombres del alba.
Los bandidos con la barba crecida
y el bendito cinismo endurecido,
los asesinos cautelosos
con la ferocidad sobre los hombros,
los maricas con fiebre en las orejas
y en los blandos riñones,
los violadores,
los profesionales del desprecio,
los del aguardiente en las arterias,
los que gritan, aúllan como lobos
con las patas heladas.
Los hombres más abandonados,
más locos, más valientes:
los más puros.

Ellos están caídos de sueño y esperanzas,
con los ojos en alto, la piel gris
y un eterno sollozo en la garganta.
Pero hablan, al fin la noche es una misma
siempre, y siempre fugitiva:
es un dulce tormento, un consuelo sencillo,
una negra sonrisa de alegría,
un modo diferente de conspirar,
una corriente tibia temerosa
de conocer la vida un poco envenenada.
Ellos hablan del día. Del día
que no les pertenece, en que no se pertenecen,
en que son más esclavos; del día,
en que no hay más camino
que un prolongado silencio
o una definitiva rebelión.

Pero yo sé que tienen miedo del alba.
Sé que aman la noche y sus lecciones escalofriantes.
Sé de la lluvia nocturna cayendo
como sobre cadáveres.
Sé que ellos construyen con sus huesos
un sereno monumento a la angustia.
Ellos y yo sabemos estas cosas:
que la gemidora metralla nocturna,
después de alborotar brazos y muertes,
después de oficiar apasionadamente
como madre del miedo,
se resuelve en rumor,
en penetrante ruido,
en cosa helada y acariciante,
en poderoso árbol con espinas plateadas,
en reseca alambrada:
en alba. En alba
con eficacia de pecho desafiante.

Entonces un dolor desnudo y terso
aparece en el mundo.
Y los hombres son pedazos de alba,
son tigres en guardia,
son pájaros entre hebras de plata,
son escombros de voces.
Y el alba negrera se mete en todas partes:
en las raíces torturadas,
en las botellas estallantes de rabia,
en las orejas amoratadas,
en el húmedo desconsuelo de los asesinos,
en la boca de los niños dormidos.

Pero los hombres del alba se repiten
en forma clamorosa,
y ríen y mueren como guitarras pisoteadas,
con la cabeza limpia
y el corazón blindado.

        Los hombres del alba, 1944
 

DECLARACIÓN DE ODIO

Estar simplemente como delgada carne ya sin piel,
como huesos y aire cabalgando en el alba,
como un pequeño y mustio tiempo
duradero entre penas y esperanzas perfectas.
Estar vilmente atado por absurdas cadenas
y escuchar con el viento los penetrantes gritos
que brotan del océano:
agonizantes pájaros cayendo en la cubierta
de los barcos oscuros y eternamente bellos,
o sobre largas playas ensordecidas, ciegas
de tanta fina espuma como miles de orquídeas.
Porque, ¡qué alto mar, sucio y maravilloso!
Hay olas como árboles difuntos,
hay una rara calma y una fresca dulzura,
hay horas grises, blancas y amarillas.
Y es el cielo del mar, alto cielo con vida
que nos entra en la sangre, dando luz y sustento
a lo que hubiera muerto en las traidoras calles,
en las habitaciones turbias de esta negra ciudad.
Esta ciudad de ceniza y tezontle cada día menos puro,
ciudad de acero, sangre y apagado sudor.
Amplia y dolorosa ciudad donde caben los perros,
la miseria y los homosexuales,
las prostitutas y la famosa melancolía de los poetas,
los rezos y las oraciones de los cristianos.
Sarcástica ciudad donde la cobardía y el cinismo son alimento diario
de los jovencitos alcahuetes de talles ondulantes,
de las mujeres asnas, de los hombres vacíos.
Ciudad negra o colérica o mansa o cruel,
o fastidiosa nada más: sencillamente tibia.
Pero valiente y vigorosa porque en sus cales viven los días rojos y azules
de cuando el pueblo se organiza en columnas,
los días y las noches de los militantes comunistas,
los días y las noches de las huelgas victoriosas,
los crudos días en que los desocupados adiestran su rencor
agazapados en los jardines o en los quicios dolientes.

¡Los días en la ciudad! Los días pesadísimos
como una cabeza cercenada con los ojos abiertos.
Estos días como frutas podridas
Días enturbiados por salvajes mentiras.
Días incendiarios en que padecen las curiosas estatuas
y los monumentos son más estériles que nunca.
Larga, larga ciudad con sus albas como vírgenes hipócritas,
con sus minutos como niños desnudos,
con sus bochornosos actos de vieja díscola y aparatosa,
con sus callejuelas donde mueren extenuados, al fin,
los roncos emboscados y los asesinos de la alegría.

Ciudad tan complicada, hervidero de envidias,
criadero de virtudes deshechas al cabo de una hora,
páramo sofocante, nido blando en que somos
como palabra ardiente desoída,
superficie en que vamos como un tránsito oscuro,
desierto en que latimos y respiramos vicios,
ancho bosque regado por dolorosas y punzantes lágrimas,
lágrimas de desprecio, lágrimas insultantes.

Te declaramos nuestro odio, magnífica ciudad.
A ti, a tus triste y vulgarísimos burgueses,
a tus chicas de aire, caramelos y films americanos,
a tus juventudes ice cream rellenas de basura,
a tus desenfrenados maricones que devastan
las escuelas, la plaza Garibaldi,
la viva y venenosa calle de San Juan de Letrán.
Te declaramos nuestro odio perfeccionado a fuerza de sentirte cada día más inmensa,
cada hora más blanda, cada línea más brusca.
Y si te odiamos, linda, primorosa ciudad sin esqueleto,
no lo hacemos por chiste refinado, nunca por neurastenia,
sino por tu candor de virgen desvestida,
por tu mes de diciembre y tus pupilas secas,
por tu pequeña burguesía, por tus poetas publicistas,
¡por tus poetas, grandísima ciudad!, por ellos y su enfadosa categoría de descastados,
por sus flojas virtudes de ocho sonetos diarios,
por sus lamentos al crepúsculo y a la soledad interminable,
por sus retorcimientos histéricos de prometeos sin sexo
o estatuas del sollozo, por su ritmo de asnos en busca de una flauta.
Pero no es todo, ciudad de lenta vida.
Hay por ahí escondidos, asustados, acaso masturbándose,
varias docenas de cobardes, niños de la teoría,
de la envidia y el caos, jóvenes del "sentido práctico de la vida",
ruines abandonados a sus propios orgasmos,
viles niños sin forma mascullando su tedio,
especulando en libros ajenos a lo nuestro.
¡A lo nuestro, ciudad!, lo que nos pertenece,
lo que vierte alegría y hace florecer júbilos,
risas, risas de gozo de unas bocas hambrientas,
hambrientas de trabajo,
de trabajo y orgullo de ser al fin varones
en un mundo distinto.
 Así hemos visto limpias decisiones que saltan
paralizando el ruido mediocre de las calles,
puliendo caracteres, dando voces de alerta,
de esperanza y progreso.
Son rosas o geranios, claveles o palomas,
saludos de victoria y puños retadores.
Son las voces, los brazos y los pies decisivos,
y los rostros perfectos, y los ojos de fuego,
y la táctica en vilo de quienes hoy te odian
para amarte mañana cuando el alba sea alba
y no chorro de insultos, y no río de fatigas,
y no una puerta falsa para huir de rodillas.

        Los hombres del alba, 1944

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EFRAÍN HUERTA
(1914 - 1982)

Nació en Guanajuato el 18 de junio de 1914; murió en 1982. Hizo sus primeros estudios en León y Querétaro. En la ciudad de México cursó la preparatoria y los primeros años de la carrera de leyes. Fue periodista profesional desde 1936 y trabajó en los principales periódicos y revistas de la capital y en algunos de provincia. Fue también crítico cinematográfico. Perteneció a la generación de Taller ¡1938-1941), revista literaria que agrupó entre otros, a Octavio Paz, Rafael Solana y Neftalí Beltrán. Viajó por los Estados Unidos y Europa. El gobierno de Francia le otorgó en 1945 las Palmas Académicas. En 1952 visitó Polonia y la Unión Soviética.
Dentro del grupo que integró la generación de Taller, Efraín Huerta se distinguió por su sana conciencia lírica, por su apasionado interés por la redención del hombre y el destino de las naciones que buscan en su organización nuevas normas de vida y de justicia. Sus primeros libros: Absoluto amor y Línea del alba están incluidos en Los hombres del alba, además de su obra publicada en revistas hasta 1944. El amor y la soledad, la vida y la muerte, la rebeldía contra la injusticia, su lucha contra la discriminación racial, la música de los negros, la política y la ciudad de México, son los temas más frecuentes de su poesía. Recibió el Premio Nacional de Poesía en 1976.
......
"Efraín Huerta es uno de los poetas más importantes del siglo veinte en América Latina. Su exquisito manejo del arte poética aunado a su vitalidad expresiva lo convierten en uno de los epígonos de su generación. Es un poeta de ruptura; inmerso en su transcurrir histórico no duda en utilizar las técnicas neo-vanguardistas en forma magistral, creando espacios que no habían sido descubiertos en la expresión poética. Inmerso en una "estética de la impureza" , contrapuesta a la "poesía pura". Efraín Huerta se consideraba "el orgullosamente marginado, el proscrito", comprometido, como todo artista auténtico, con su propia conciencia. El poeta de la rebeldía, cuya obra recupera cada vez más la fuerza expresiva al paso del tiempo, es también el poeta del amor.
Su poesía tiene muchas vertientes y nos ofrece innumerables lecturas, bebamos aquí de la vertiente luminosa de su amor, de la patria de su corazón y de su juventud que lo llevó a trascender su generación cronológica como uno más de los poetas nacidos décadas después. Es el suyo un caso extraño por su constante ruptura con los moldes y por eso falta la distancia para comprenderlo en su justa medida y trascendencia dentro de la historia literaria del siglo veinte".

(Raquel Huerta-Nava, Chapultepec, enero de 1998)


La puerta que llama
Fragmentada en dos,
luces y sombras hacen huequitos en esta selva en que se han convertido sus horas..."su" realidad con "la" realidad  t r u e n a n.
"Tengo la boca llena de tí
de tus labios,
los rastros de tus dedos
perfuman de azul los horizontes"
Ligera, vacilante, astral, etérea...como sueños de algas,
como vapor de olas.

Gota de agua
Un árbol
detrás el sol,
flotando en círculos
la niebla,
un ojo abierto uno cerrado,
visiones que pesan tanto
como amaneceres sin luz asomando
entre las enramadas del sueño,
 
ciertos despertares aúllan
arden en las entrañas
se clavan profundo en el horizonte
se amanece así…
sin escarcha en la piel
con tanta desolación en los labios
como una gota de agua cayendo en la ventana
que se escurre y se prolonga
mas allá de este día
o cualquier otro,
sola va y viene
como un fantasma de bosque
o aparición de madrugada,
sola se reclama
el no ser centella
aire
o voz de acantilado, 
no tener siquiera
un suspiro de mar en los bolsillos
una vista de cielo
un amor de tempestad.
La humedad y los bosques
la reclaman,
el reflejo de lluvia,
aquellos peces haciendo el amor con el viento,
la tarde se desliza entre los girasoles.
He aquí la noche,
se derrumba
lo tiñe todo,
y el olor a selva
murmura que hoy
también habrá tormenta.
Sigue cayendo
mas allá de este día
o cualquier otro,
sola va y viene
como un fantasma de bosque
como una aparición de madrugada.


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Donde nacen las alas

Su cuerpo flota en el
remanso de su propio universo,
fuego
caos
luz.

Afuera la oscuridad, los retazos de ciudad,
las cañerías interminables,
las calles laberinto.
Los sueños de los que ahí habitan
se encuentran, se reconocen, se perturban.

Absorta en su ensueño
a la luz de las velas,
escucha sonidos acuosos,
entonces...comete la fuga
su mente se expande
vuela,
busca,
saborea.

Afuera
la noche oscura se levanta infinita
los sonidos nocturnos se confunden
con el silencio
ella sigue su vuelo
insaciable,
voraz,
libertario.

Transmuerte
Suave invierno, roce de ecos
en tu poniente descanso,
mientras de tu seno
se desprende el cielo.

Me vuelvo pez,
estremecida
en el doloroso derrumbe de las hojas,
lirio transfigurado,

me hundo en mareas boreales,
bebo de ellas,
cruzo las aguas de este tiempo,

- de solsticio a equinoccio, cuarto menguante.

Escapo entre abismos
alimentándome de las ansias de los álamos,
los que esperan
los que reverdecen.

Hiberno en el corazón tierra,
escucho a lo lejos el cantar del búho,
el arrullo perenne del viento
circula entre mis recuerdos,

sueño con el silencio astral,
con hilvanar memorias en mi vestido
no dejarte ir nunca!
mi Invierno
mi cuarta nube
mi cerrar de ojos,
mi sufrir en paz.

Pero tu ausencia vuela
de norte a sur
evocación de sangre,
aún tu sabor
estalla en mi dormida lengua.

Busco en mis entrañas
de raíces congeladas,
avanzo poco a poco
voy perdiendo cada célula,

soy cuerpo entumecido
roto...
las aves comerán los trozos

seré barro,
semilla
ala cenzontle
horizonte lunar.


La fotógrafa pintora
Maricela Figueroa Zamilpa es guerrerense de nacimiento, pero desde hace 25 años radica en Cuernavaca. Estudió diseño gráfico en la Escuela Nacional de Diseño de Bellas Artes y el posgrado en artes visuales en San Carlos (ENAP-UNAM), historia del arte en la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos y Educación en la Universidad Pedagógica Nacional. Ha expuesto en más de 100 muestras dentro y fuera del país. Sus fotografías se han publicado en diferentes revistas, libros, carteles, dentro y fuera de México por diferentes editoriales, grupos e instituciones. Maricela Figueroa recibió la Medalla Sor Juana, por la SEP Morelos en 1996 y en 2010 esta secretaría le otorgó un reconocimiento por su trayectoria como docente de artes.

La poeta

Martha Laura Quintanilla Carbajal
(n. 1977, México DF)
Estudió la Carrera de Administración de Instituciones en la Universidad La Salle, tomando alternamente y hasta la fecha, talleres de creación literaria y corrección de estilo en el CCU de Cuernavaca Morelos y con otros escritores de forma independiente. Estudió un diplomado en redacción y edición de textos en la universidad La Salle Cuernavaca, ha participado en publicaciones universitarias. Sus textos pueden leerse en el blog: www.enlacadenciaestaelmodo.blogspot.com.

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Transeúnte
Hazael González Rodríguez
Sólo en la enfermedad te das cuenta de las armas con que naces; una mano invisible escarba en nuestro corazón y desentierra dos instrumentos: una ocarina y una espada labrada en la fragua de nuestra infancia, la una hipnotiza a la muerte con la melodía de Hamelin, y la otra le brinda una estocada como señal de nuestra amistad.

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Se presenta en Cuernavaca este domingo
el Coro de Bélgica “Cantorum Cantate”

Este domingo 10 de julio, se tendrá la presentación estelar del “Coro Schola Cantorum Cantate Domino” de forma gratuita en el Museo de la Ciudad, a partir de las 17:00 horas, coro proveniente de Bélgica que estará en Morelos gracias a la Universidad Autónoma del Estado de Morelos vía el Centro Cultural Universitario y al Ayuntamiento de Cuernavaca a través de la Dirección de Cultura.
Cantate Domino, fue fundado en septiembre de 1959 por el sacerdote y canónigo Michaël Ghijs. Consiste en alumnos y ex alumnos del Colegio de San Martín de Aalst, Bélgica. Particularmente los triples (sopranos masculinos) son únicos y son muchas veces invitados a participar en producciones internacionales de corales profesionales dirigidos por André Vandernoot, Sir Colin Davis, Alexander Rahbari, Seiji Ozawa, Rafael Frühbeck de Burgos, Laszlo Heltay, Vladimir Ashkenazy y Claudio Abbado entre otros.
Cantate Domino ha visitado el Vaticano varias veces y fue recibido por los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI. El Coro se ha presentado también ante la Familia Real de Bélgica, con Conciertos de Navidad en el Palacio Real y para dar realce a las ceremonias de bautizo de los Príncipes Gabriel y Emmanuel y la Princesa Eléonore.
Cantate Domino está reconocido internacionalmente y se ha presentado ya en las principales ciudades de Europa y también en Argentina, Brasil, Cuba, México (en 1991), Asia, Australia, Israel, Egipto, Sudáfrica, los Estados Unidos de América, Canadá, Rusa, India y otros. La lista completa de los conciertos revela el papel importante del coro como representante cultural de Bélgica en todo el mundo.
El repertorio de Cantate Domino refleja la historia de la música, desde el Renacimiento hasta obras contemporáneas. El Coro ha grabado sus producciones en varios CD’s y ha colaborado con artistas internacionales. Ha contribuido también en la producción de cine nacional e internacional, tales como ‘The Lord of the Rings Symphony’ y ‘En Brujas’.
Cantate Domino fue nombrado Embajador Cultural de Flandes por el Gobierno Flamenco en 1994, 1995, 1996 y 1997. En 2002 el coro fue elegido Embajador Cultural de Europa por la ‘Fédération Européenne des Choeurs de l’Union’.
Michaël Ghijs murió el 21 de febrero de 2008. En junio de 2008 David De Geest fue nombrado director. Desde entonces el coro y orquesta de Cantate Domino presentaron el ‘Te Deum’ de M.-A. Charpentier, los ‘Coronation Anthems’ de Handel, el ‘Gloria’ de Vivaldi, la ‘Messa di Requiem’, la ‘Regina coeli’, la ‘Spatzenmesse’ & la ‘Krönungsmesse’ de Mozart y la ‘Nelsonmesse’ de Haydn.
David De Geest, nació en Eeklo (Bélgica) en 1984. Estudió en el Conservatorio Real de Música en Gante y se graduó como Master en Música, opción Teoría Musical, con la más alta distinción en dirección de coro y de orquesta. David estudió en Alemania (Dresden, Nürnberg) con Roderich Kreile y Karl-Friedrich Beringer, y en Gran Bretaña (Universidad de Oxford) con Edward Higginbottom. En colaboración con Cantate Domino David dirigió las cuerdas de la Orquesta Nacional de Bélgica, orquesta ‘Giovanile Arcantico’ de a que la cita es este domingo 10 de julio a las 17:00 horas en el Museo de la Ciudad y que la entrada es gratuita.Milán (Italia), el Plovdiv Boys’ Choir, y el famoso Dresdner Kreuzchor. En Bélgica David se presentó ante la Familia Real en el Castillo Real de Ciergnon. Ha trabajado en salas de concierto importantes como el Palacio de Bellas Artes BOZAR de Bruselas, el Centro de Arte de Seúl, los Centros de Arte Jeonju Sori y Suseong Artpia en Corea del Sur.
El Centro Cultural Universitario y la Dirección de Cultura del Ayuntamiento te invitan a que disfrutes con tu familia de este magno evento. Recuerd


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